Tsukasa Tenma era un joven el cual nunca había tenido inconvenientes en sus relaciones, ni siquiera con la de su novio, Rui Kamishiro, siendo este su primer noviazgo. Al menos así fue, hasta que su pareja tuvo una peculiar charla con unos de sus ami...
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Era consciente que aún le asustaba lo que Rui pudiese pensar de esas imágenes y esos videos, pero viendo como era la situación, sabía que no lo juzgaría, o eso esperaba. Lo único que pedía era no lastimarlo, en el caso de que Akito se enterara de que había abierto la boca y lo publicara; deseaba que aquello no pasara.
El cielo ya estaba oscureciendo, pero el peli-morado aun no tenía intenciones de irse, estaba decidido a quedarse el tiempo necesario, hasta que se sintiera mejor y viera que estaba "bien" mínimamente. Los dos aun continuaban recostados en el costado de la cama del rubio; hace ya un rato los sollozos de Tsukasa habían parado, y de a poco se había ido durmiendo en el regazo de Rui. El mencionado al notar aquello, lo acomodó en una posición más cómoda para ambos, y decidió quedarse así, pues le parecía lindo aquel momento íntimo. Vio que las caricias lo calmaban, así que estuvo dándole mimos, pasando sus dedos entre las finas hebras de aquel cabello rubio que tanto amaba.
Le dio ternura el hecho de que aún conservara esa vieja chamarra gris que le había regalado ya hacía un tiempo, y que en ese momento la tuviera puesta. "Será como un protector para él". Su corazón se aceleró al pensar aquello, y empezó a sonreír de manera inconsciente por ello, pero con la misma rapidez que había aparecido, se esfumó de repente. Recordó entonces que realmente no todo estaba del todo bien, ellos aún no se habían reconciliado, eso solo fue una casualidad. "Todavía no es el momento, aún es muy pronto".
Volteó a mirar esa cara, que ahora parecía la de un niño pequeño, totalmente inocente, y se sintió conmovido. Su rostro se veía delicado, con unas largas pestañas rubias y unos labios pálidos delgados; simplemente se tentó. Se remojó los labios nervioso, y se sintió como hacía unos meses, cuando recién se habían dado su primer beso. Se acercó de a poco al rostro del otro, mientras cerraba sus ojos lentamente, sintiendo el roce de esos suaves labios contra los suyos; su corazón palpitaba cada vez más fuerte, y sentía su cara arder cada vez más.
Aunque aquel momento no había sido tan largo, lo trato de tallar en su memoria firmemente. Fue el único momento que le había sido entregado para disfrutar esa cercanía otra vez con la persona que él quería, para al menos evitar estar tan inquieto por la lejanía que habían empezado a tener. Y en ese momento se preguntó cómo se había dejado llevar tanto, como es que se había permitido tocarlo cuando ni siquiera él se sentía preparado para eso, porque si las cosas no hubieran ocurrido como lo hicieron, ellos estarían felices ahora, y su ahora "casi algo" no estaría tan mal, no hubiera llorado durante una hora entera, y no estarían tan destruidos ahora. "De todos modos, es culpa de Akito mayormente, y mía por dejarme llevar..."
