Tsukasa Tenma era un joven el cual nunca había tenido inconvenientes en sus relaciones, ni siquiera con la de su novio, Rui Kamishiro, siendo este su primer noviazgo. Al menos así fue, hasta que su pareja tuvo una peculiar charla con unos de sus ami...
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Su cuerpo se sentía aún algo cansado, pero sentía que había conciliado bien el sueño a pesar de eso. Iba a tratar de estirar su cuerpo un poco para desperezarse, pero olvidaba el pequeño detalle que tenía a Tsukasa entre brazos, entonces decidió no moverse mucho, pues no quería despertarlo.
— ¿Ya despertaste, Rui?-Su corazón empezó a latir con fuerza, nervioso.
— ¡Oh! Si, jaja... ¿te molesta que me haya quedado?...
— ¿Mm? Para nada, me gustó pasar la noche contigo, se sintió... lindo.
El peli-morado quedó extrañado, pero al mismo tiempo sonrió por aquella respuesta. Notó también que sus manos estaban entrelazadas, así que quiso acariciar con suavidad la mano del contrario en una manera de demostrarle afecto, hasta que volvió a sentir las mismas irregularidades que el día anterior, y recordó que necesitaba preguntar.
— ¿Tsukasa-kun?-Trató de llamar su atención primero, no le gustaba ser tan directo.
— Dime, ¿pasa algo?
— Me gustaría preguntar...-Inició hablando indeciso.-¿qué son estas pequeñas marcas en tu piel?
Sintió como la respiración del rubio se detuvo por un momento, y el palpitar de su corazón se aceleró; sin entender a que se debía, se sintió confundido, pero a la vez mal, puesto que sentía que había hecho una pregunta respecto a algo que no debía. Trató de alejarse y terminar con aquel infinito abrazo, pero fue detenido por los brazos del menor.
— Por favor no te vayas, no otra vez...
— No no, yo no lo hare... solo pensé que debía de darte tu espacio.
— Eso ya lo haces, solo no te alejes...
Cumpliendo la petición del rubio, volvió a acercarse a él, volviendo a entrelazar sus manos, apegándolos a su pecho de manera protectora.
— Y mis manos solo tienen un par de rasguños que solía hacerme mientras cosía, ¡no pienses mal!, es que solía ser muy torpe y me lastimaba con facilidad. Son cicatrices tontas, no te preocupes por ellas.-Admitió con rapidez.
