El significado de protegerte con mi vida

Capítulo 129: Considerando una decisión muy difícil (o quizás no tan difícil)

Esa noche, Wei Wuxian no pudo dormir en absoluto. Lan Zhan ya se había ido al país de los sueños a su lado, pero la mente del Discípulo Principal iba a mil millas por segundo, no permitiéndole ni el más mínimo momento de descanso.

Estaba pensando mucho en lo que Lan Zhan -su marido, ¡todavía no podía creerlo!- le había dicho. No era que no hubiera considerado en secreto y quizás alguna vez hubiera querido dejar atrás todo el mundo del cultivo al que ya no pertenecía y vivir la vida libre de cualquier pesada expectativa. La perspectiva de viajar con el amor de su vida, de cazar de vez en cuando y de divertirse y ayudar a los necesitados era muy tentadora. Más aún porque no tenía núcleo dorado, por lo que ya no podía formar parte de ninguna secta de cultivo. ¿Quién lo aceptaría con su cultivo demoníaco?

Claro, su familia lo trataba bien y parecían felices de estar cerca de él. Pero estaba seguro de que tenían reservas sobre su camino de cultivo. El hecho de que no las hubieran expresado era a sus ojos sólo cuestión de tiempo. Sentía que dar un solo paso en falso podría cambiar todo en un abrir y cerrar de ojos. El único que parecía haber aceptado realmente la única opción que le quedaba era Lan Zhan. Él mismo lo había dicho y sus ojos sinceros no dejaban a Wei Wuxian preguntarse si lo había dicho de verdad.

Así que ahora se sentía desgarrado por dentro. Por un lado, quería marcharse y llevar una vida sencilla y feliz junto a su marido. Por otro lado, tenía miedo de hacerlo. Su familia le estaba demostrando claramente que se preocupaba por él y que le quería. Les entristecería que quisiera marcharse.

Además, todavía estaba el asunto del equilibrio de poder entre las grandes sectas. A pesar de que Jiang Cheng le había asegurado que no había ningún problema y le había mostrado cartas de Nie Mingjue y Lan Xichen declarando precisamente eso, todavía dudaba de que su desaparición no causara una discordia. La secta Lanling Jin estaba ahora en reconstrucción y Jin Zixuan tenía su trabajo hecho, eso no significaba tampoco que fuera impotente. Todavía podían tener un uso para su pieza del hierro Yin, al igual que la secta Gusu Lan y la secta Qinghe Nie. Como no había una cuarta pieza, Wei Wuxian ocupaba su lugar. Si se marchaba, pondría a la secta Yunmeng Jiang en desventaja; y su posición era aún demasiado frágil después de la caída del Muelle del Loto y la muerte de más de la mitad de sus discípulos.

A no ser que hubiera un pensamiento que se estaba haciendo más y más pronunciado a medida que Wei Wuxian pensaba en irse, había una manera de asegurar la paz en el mundo del cultivo. La secta Yunmeng Jiang tendría que asegurar una poderosa alianza con las otras tres grandes sectas. Entonces, no habría necesidad de ninguna muestra de poder, ya que no tendrían sentido entre la familia y los aliados.

Wei Wuxian daba vueltas a esta idea en su cabeza y la esperanza florecía en su corazón. ¡Esto podría realmente funcionar! Él y Lan Wangji ya estaban básicamente casados, asegurando así un vínculo familiar con la secta Gusu Lan. Sólo necesitaban dar a conocer su unión al mundo del cultivo. Jiang Yanli estaba de nuevo comprometida con Jin Zixuan, la boda seguramente no estaría lejos. Esta vez, el nuevo líder de la secta Lanling Jin estaba tratando bien a su hermana, así que Wei Wuxian no tenía nada en contra de él.

Sólo quedaba la secta Qinghe Nie. Aunque Wei Wuxian estaba bastante seguro de que Nie Mingjue no abusaría del poder de su secta, todavía podría haber un desequilibrio allí del que alguien podría aprovecharse. Podrían tratar de crear una ventaja entre ellos y causar algún tipo de disputa o mala sangre. Era demasiado arriesgado dejar las cosas así. Nie Huaisang podría tal vez ayudar a suavizar las cosas por amistad, pero eso tampoco podría durar para siempre. Tendría que haber una relación más sólida. Tal vez debería pedirle a Wen Qing algún consejo, después de todo, ella era ahora parte de la secta Qinghe Nie.

¡Sí! ¡Eso es! Wei Wuxian sonrió en la oscuridad de la habitación. ¿Por qué no se había dado cuenta antes?

Ya que Wen Qing era básicamente Nie Qing ahora, incluso si ella prefería que se usara su antiguo nombre, todo esto podría funcionar. Si Jiang Cheng y ella también se casaban -Wei Wuxian había visto claramente que se preocupaban mucho el uno por el otro, sólo que no sabía hasta qué punto habían discutido sus planes futuros- entonces las cuatro grandes sectas quedarían unidas y no habría necesidad de ninguna lucha de poder entre ellas. Si surgieran nuevas amenazas en el futuro, las enfrentarían como una sola.

Si no fuera la mitad de la noche y no le preocupara perturbar el sueño de Lan Zhan, Wei Wuxian habría saltado de su cama y habría empezado a bailar y a vitorear con fuerza. Habría corrido hasta Jiang Cheng para contarle todo y pedirle permiso para irse de viaje con Lan Zhan. No de forma permanente, sólo para tomar un breve descanso y volver cuando estuviera preparado para enfrentarse de nuevo al mundo del cultivo. Necesitaba un tiempo para pensar y relajarse.

De repente, Wei Wuxian bostezó ampliamente. Su cuerpo le decía que por fin era hora de dormir y su mente estaba de acuerdo. Acababa de quitarse un inmenso peso de encima por haber tomado su decisión y ahora se sentía agotado por los acontecimientos de hoy.

Volvió a sonreír, contento por cómo habían salido las cosas. Sólo unas horas antes, nunca habría pensado que hubiera alguna forma de tener un descanso, pero aquí estaba ahora, planeando un viaje de luna de miel con su marido. Las cosas podían cambiar rápidamente, ¿no? Sólo estaba un poco nervioso por enfrentarse a su familia e informarles de que ya llevaba más de un año casado y presentar a su marido oficialmente.

Sus cansados párpados ya no podían permanecer abiertos y no estaba dispuesto a luchar con ellos. Dejó que se cerraran y se fue lentamente al país de los sueños. Su sonrisa se mantuvo en sus labios cuando soñaba con viajar con su marido y simplemente disfrutar de la compañía del otro, sin estar atados a ninguna norma y sin estar agobiados por las expectativas, lejos de la política del mundo del cultivo.