Capitulo 2

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- No, solo yo – respondió seca, Obito se cruzó de brazos, Itachi quien se había mantenido en silencio se acercó a su primo.

- La muchacha tiene un talento interesante, pero resolvamos primero nuestro primer objetivo – comento Itachi a su disperso primo, estaba impaciente, podía notar como los asustados aldeanos comenzaban a acercarse sigilosamente para estudiar a los invasores, le había pedido a Obito que quería llevar este asunto en forma rápida y privada. Obito hizo todo lo contrario, destruyo una pequeña bodega y al parecer hirió a unas cuantas personas, llamando la atención de todos en el lugar. Su primo sabía como llevar su paciencia al límite.

- Lo sé, lo sé... sabes Itachi deberíamos llevarnos a esta niña - Itachi alzo una ceja mientras que Sakura se sobresaltó un poco, logro oír apenas algo, pero sabía que hablaban de ella por la mirada fija del Uchiha de cabello corto, ella simulo no estar enterada de nada mientras aplicaba sus poderes curativos a la mujer en el suelo.

Antes que pudieran seguir discutiendo sobre el destino de la pelirosa se acerco un hombre de edad madura en forma tímida, Itachi preguntó si era el líder de la aldea a lo que asintió, mientras observaba con alivio que su hija se encontraba en óptimas condiciones.

Los tres se dirigieron al despacho del líder, ante la vista preocupada de Sakura que veía marchar a su padre junto a dos hombres potencialmente peligrosos, algo en su interior le decía que su vida no seguiría siendo la misma que conocía hasta ese día.

Sakura logro atenuar el dolor de la mujer lo suficiente para que esta se movilizará un lugar seguro y pudiera descansar apropiadamente, otros aldeanos alcanzados por la explosión se acercaron a la pelirosa para pedir ayuda por sus heridas. La joven ya se encontraba en el límite de su energía, respiraba audiblemente y sudaba un poco, al menos había brindado los primeros auxilios correspondientes. Paso un tiempo considerable desde que su padre se había ido con los Uchihas.

Sakura al ver que su padre no volvía decidió regresar a casa a descansar, se tumbo en unos de los sofás de la sala de estar. Quiso esperar su regreso, pero el cansancio fue más grande y se sumió en él.

- Eh, Sakura, Sakura...despierta ¿Estás bien? – El hombre la zarandeo ligeramente, su rostro parecía albergar diferentes emociones.

- Papa... regresaste- articulo mientras frotaba sus ojos y se desperezaba, al parecer había dormido un buen rato- ¿Qué paso con esos hombres? – El hombre mayor busco un sitio para depositar su cuerpo y clavo su mirada al suelo, Sakura sabía que algo no marchaba bien.

Ambos conectaron miradas y el mayor abrió la boca dispuesta a comunicar; las palabras fluyeron lentas pero incesantes una tras otra sin oportunidad de réplica por parte de la joven pelirosa que solo abría más los ojos denotando su sorpresa ante las decisiones tomadas.

- Papá... -

- Perdóname, Sakura...no sé qué hacer – el hombre se llevo ambas manos a su cabeza

– El clan Uchiha no tiene intenciones de lastimarnos. Itachi parece ser muy razonable si seguimos sus requerimientos. Desean explotar esa vieja cueva cercana a nuestro pueblo el cual se convertiría en su centro de operaciones, debemos brindar lo básico: Comida y hospedaje. Ellos desean que nuestra aldea sea parte de Los Uchihas. No tendremos que preocuparnos de otros invasores si cooperamos con ellos. Es una vía pacifica y todo habría sido llevadero si no fuese por el último requerimiento...

- ¿Por qué tengo que ir con ellos? – preguntó con dificultad

- Ese tal Obito vio tus poderes curativos y se intereso en esa habilidad, piensa que puedes enseñarles a más personas que conforman su ejército – explico, negó para sí mismo – debes pensar que soy un pésimo líder y padre; busca la tranquilidad de su pueblo y entrega a su hija a cambio de ello a unos perfectos extraños – Reflexiono en voz alta mientras en su cara se estampaba una mirada triste, Sakura se acerco a él y tomo sus manos.

BESOS COLOR ROSA  (OBISAKU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora