Capitulo 15

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Sakura no podía ocultar su sonrisa mientras viajaba, había anticipado su llegada a través de un ave mensajera, le parecía increíble que los ninjas entrenarán a cualquier tipo de animal para que colaborarán con ellos, pero en este momento solo podía pensar en abrazar a su padre y ser mimada por él y tenía tantas ganas de ver a Ino, necesitaba a una amiga y contarle todo lo vivido en Konoha; su trabajo, las clases, vivir con los Uchiha y por qué no...hablar de Obito Uchiha, el primer chico al que había besado. Eran tres días, pero los aprovecharía, diablos que sí.

Fueron varias horas de viaje y el paisaje comenzó a parecerle conocido, sabía que ya se acercaba a su hogar, su vista se fijo en algo que se alzaba a lo lejos.

– ¿Qué rayos? – susurro para si misma al ver que en la entrada de su pueblo se había construido un tori similar al de Konoha, majestuoso e imponente y sobre el yacía un cartel hecho de materiales sólidos, probablemente utilizando los minerales de las minas.

"Aldea de las Flores"

 Increíble...- Volvió hablar para sí al pasar por la enorme entrada de su pueblo, más fue su sorpresa al ver como muchos locales comerciales se habían añadido a la avenida principal, sonrió como una niña ante un chocolate, todo era nuevo, sintió nostalgia de su antiguo hogar y que en poco tiempo la imagen de su pueblecito estuviese cambiando.

- ¡¡¡Papa!!! – Fue el grito de Sakura al ser recibida por su progenitor en su antigua casa, mientras estaba en los brazos de su padre olvido todo por un momento; la guerra, responsabilidades, desamor. Nada importaba, estaba en su hogar

Sakura y su padre hablaron largo y tendido, mientras almorzaban.

– Hija, ha pasado tiempo desde que partiste... has cambiado – Sakura alzo una ceja y lo interrumpió

– ¿Qué dices? no he crecido ni un centímetro– Su padre rio ante eso.

– Me refiero a que tu semblante es diferente, te ves más madura. Puedo imaginar que la experiencia de vivir lejos de casa te ha hecho ver las cosas desde otra perspectiva– Sakura bajo su mirada a sus manos mientras las entrelazaba.

– Pensaba que vivir sola sería algo emocionante – sonrió para si- haría lo que quisiera, comería lo que se me antojará a cualquier hora y dormiría mucho... pero avanzar a la etapa de un adulto es un mundo tan veloz, sin darme cuenta trabajaba todo el día y mi día en muchas ocasiones se iba tan rápido que no me daba cuenta si lo había disfrutado, estuve en modo automático sin siquiera notarlo – reflexiono en voz alta.

– Cuando eres adulto, y a muchos les sucede, actúan como dices "en automático" el día se vuelve una rutina y caemos en la monotonía olvidando lo que nos hace únicos; nuestros gustos, nuestras alegrías y sueños. Puedes hacer todo Sakura, pero no olvides quien eres, lo que realmente te gusta o te volverás un número más.

– Desde que llegue a Konoha, no he vuelto hacer actividades que me gustaban como la jardinería y cocina. Aquí  siempre cocinaba y me gustaba hacerlo, pero allá deje de hacerlo. En parte creo que esa es una de las situaciones que me ha pesado, el no tener nada que entregar– Sakura se sorprendió de lo que hablaba, no es que no confiara en él, sin embargo, nunca se había sentido tan necesitada de ser escuchada.

- Vales mucho y me alegro de que seas bien considerada en el trabajo pero recuerda que el trabajo no puede ser todo en tu vida– Sakura asintió, de pronto se escucharon rítmicos golpeteos en la puerta principal.

- ¿Oh? ¿Quién podrá ser? – dijo sarcástico, por supuesto ya sabía quien venía por Sakura, se levanto de la silla, pero ella lo detuvo, Sakura sonrió ampliamente y se fue a paso acelerado a abrir la puerta esperando encontrar a su querida amiga.

BESOS COLOR ROSA  (OBISAKU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora