Conversación

1.3K 185 14
                                    

—¿Entonces eso fue todo lo que ella te dijo?— Preguntó Namor tras escuchar el relato de su hija del como sabía acerca de su existencia.

—Si, eso fue todo lo que me dijo mi tía— Asintió —Dijo que mi madre había dicho que era la hija de K'uk'ulkan aquel hombre que no era humano del todo, aquel que su abuela había visto en estás costas.

Namor no dijo nada y simplemente siguió admirando en silencio la extensión del océano Atlántico, sintiéndose especialmente nostálgico al recordar a Kaknab a su lado justo como en esos momentos lo estaba con su hija.

—Me dijo que viniera a buscarte, que buscará mis orígenes aquí en México, pero no lo hice por voluntad sino porque ella me lo pidió...— Y era verdad no iba a mentir sobre eso, lo había hecho por Nacté, aunque no negaba que una parte de ella en lo profundo de su ser quería conocer a su padre a aquel hombre y saber como era.

El hombre asintío en silencio, simplemente limitándose a escuchar lo que ella le estaba contando.

—Quería que buscará respuestas.

Por primera vez desde que iniciaron aquella conversación él la miro.

—¿Qué clase de respuestas?

—Nunca fui igual al resto y ahora puedo entender porque— Respondió dandole una breve mirada a aquellas extrañas orejas puntiagudas y esas extrañas alas en sus tobillos que este poseía.

—¿En qué sentido?— Preguntó Namor desviando la mirada de nueva cuenta para volverla hacía la infinidad azulosa del agua.

Ella pensó en aquellas pequeñas cualidades que la hacían diferente al resto.

—Nunca enfermé, no antes, ni ahora, jamás he enfermado— Comenzó a contar—Cuando me hago heridas siempre sanan particularmente rápido, siempre he tenido más fuerza que la mayoría por lo que he visto...

Namor atinó a sonreír ante eso último.

—Y no sé si es porque soy tu hija pero aprendí a nadar rápido, como si siempre hubiera podido hacerlo, además siempre he tenido una gran resistencia debajo del agua y puedo aguantar demasiado sin oxígeno.

Si, definitivamente era su hija y al parecer, por lo que está le contaba, era muy probable que su hija pudiera coexistir en la superficie y en su mundo.

—¿Nunca te habló tu tía acerca de que tu madre mencionara Talokan?— Preguntó volviendo su mirada a ella.

Ella frunció el ceño claramente confundida por la mención de su imperio y él lo noto.

—No— Respondió ella negando levemente —¿Qué es eso?

Kaknab al parecer había mantenido en secreto lo relacionado a lo que él le había contado acerca de su mundo, de Talokan.

—Talokan es mi mundo, un imperio a varios miles de kilómetros debajo de este océano y dónde he mantenido a mi gente ocultando su existencia y a salvó de los humanos de la superficie— Respondió el moreno con tranquilidad, después de todo ella era su hija, tal vez no la conocía pero aquella joven cuya imagen era idéntica a la de la mujer que amo más que nadie en el mundo era parte de él, llevaba su sangre y la sangre era más espesa que el agua.

Ella miro hacía el océano pero no dijo nada, esperando que el hablará o dijera algo más.

—Mi pueblo se adaptó y evolucionó, por decirlo de alguna manera en la que puedas entender, para vivir bajo el agua, así como el oxígeno es lo que mantiene vivos a los humanos, el agua mantiene viva a mi pueblo, yo fui el primero en nacer en el imperio de Talokan y fui bendecido para poder adaptarme más libremente a ambos mundos— Contó brevemente, ya habría tiempo para contarle acerca de la historia del origen de su pueblo, de su origen.

IMPERIUM ┗ NamorWhere stories live. Discover now