Perspectivas diferentes

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—Bueno, internamente es igual a una persona de Talokan, su ADN coincide contigo, físicamente no lo parece pero probablemente pueda hacer lo mismo que tú— Comentó Kuxtal, una guerrera científica de Talokan y quién era la principal encargada del laboratorio de investigaciones.

—¿Probablemente?— Preguntó K'uk'ulkan observando a la mujer en espera de una mejor explicación.

—Si, porque no creo que pueda volar— Comentó ella con obviedad y diversión pero claramente al gobernante de Talokan no le divirtió aquel comentario aunque no dijo nada porque Namor conocía la actitud bromista de la mujer —Si— La joven mujer se aclaró la garganta —... bueno sería cuestión de comprobarlo directamente pero es igual a usted, solo sería necesario enseñarle y hacer que se acostumbré, como una especie de entrenamiento especial— Explicó ella, regresando a la tranquilidad y profesionalismo que le definía.

Namor asintío y se quedó pensativo durante varios segundos.

—De acuerdo, puedes retirarte Kuxtal.

—Con su permiso.

La mujer salió y lo dejo una vez más solo en ese lugar, por su parte K'uk'ulkan volvió a retomar la pintura de su mural.
una vez que ella se hubiera marchado.

—¿Entrenamiento, eh?— Dijo para si mismo el moreno.

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La sonrisa en sus labios fue imposible de ocultar en esos momentos, hacía tanto que no sonreía de aquella manera tan honesta, que inclusive llegó a pensar que ya no podía hacerlo, pero ahí estaba sonriendo inconscientemente.
Gracias a Kuxtal, Namora y algunas mujeres guerreras de Talokan Zanya en esos momentos estaba con el nadando por la ciudad de Talokan, era claro que aún le costaba un poco pero que con el tiempo lo dominaría.

Había estado inseguro sobre llevarla a Talokan de vuelta sin el traje pero ella había insistido diciendo que estaba preparada, que quería intentar luego de aquellas semanas donde se había preparado, había pensado que la presión del agua rompería sus huesos, o moriría de hipotermia o que inclusive su sangre sse volvería tóxica, pero era su hija y eso no había pasado, su miedo era racional pese a que no lo expresará abiertamente y es que esa joven era lo único que le quedaba de Kaknab y lo más importante ella era su hija.

Vio la sonrisa y la fascinación en el rostro de Zanya al ver más libremente el imperio de Talokan y poder moverse con más facilidad, cuando sonreía de aquella manera le recordaba tanto a ella.

Ella lo miro sin borrar aquella sonrisa y el regreso el gesto, su sonrisa era más pequeña y discreta pero aún así ella podía verla claramente. Tomo la mano de su hija entre las suyas y la guío de regreso al corazón de Talokan dónde el sol hecho de vibranium brillaba en su máximo esplendor.

—Es realmente fascinante— Dijo ella, probablemente la parte más difícil para ella en un inicio fue aquella, el poder tener la suficiente confianza para poder intentar respirar y hablar bajo el agua, porque el miedo la dominaba cada que lo intentaba pensando que inevitablemente se ahogaría, honestamente no sabía cómo Namora había logrado darle la confianza y lo ánimos necesarios para que perdiera el miedo y lo intentará.

—Lo es— Estuvo de acuerdo —Cuando no estoy trabajando en el mural vengo aquí y simplemente observó— Comentó sin apartar la mirada de aquel sol —De alguna manera es reconfortante observarlo.

—Podría acostumbrarme a venir aquí— Dijo más para si misma que para su progenitor.

—Puedes hacerlo— Dijo Namor volviendose hacía ella para mirarla y está lo imitó confundida ante sus palabras —Talokan ahora es tu hogar Zanya, perteneces aquí conmigo, con nuestra gente— Dijo el hombre con seguridad, al ser su hija ella pertenecía a Talokan pero al parecer ella no estaba de acuerdo porque solo negó levemente ante esa declaración.

IMPERIUM ┗ NamorWhere stories live. Discover now