Talokan

837 114 6
                                    

—¿Estás lista?— Preguntó Namor una vez que ambos estaban en el agua, con ella con el traje ya puesto.

—Si— Asintió la morena con evidente nerviosismo y miedo, ante la idea de bajar más profundo.

—Mantente detrás de mi y no te alejes por nada— Instruyó el moreno con seriedad—Andando— Ordenó para después ser el primero en sumergirse en el agua y segundos después esta la imitó.

Lo siguió de cerca viendo la velocidad y destreza con la que nadaba para sumergirse y adentrarse cada vez más al fondo pese a que la presión del agua era cada vez más grande, parecía casi irreal e inhumano, bueno lo era, pero también era fascinante.

Namor se detuvo cuando llegaron a un lugar en concreto, miro brevemente a su hija antes de abrir la entrada hacia Talokan, con un extraño artefacto.

No pudo ver con exactitud lo que K'uk'ulkan hacía pero si pudo ver cómo sacaba algo, como lo colocaba en frente de una extraña estructura circular de piedra y poco después un extraño resplandor de luz azulosa frente a él se materializó, segundos después una gran corriente de agua, un remolino de agua de gran presión se abrió como si fuera un camino que llevaba a algún lugar porque parecía extenderse por kilómetros, iluminado todo el tramo por una débil luz color azul.

Ella miro a su padre y este también lo hizo dándole una silenciosa indicación de que se adentrará, no necesito acercarse demasiado para que poco después la fuerte corriente la arrastrará dentro.

K'uk'ulkan escuchó el grito cada vez más lejano de la joven conforme se arrastraba con la corriente.

—Ma' jach utia'al u séen— (No es para tanto) Dijo negando levemente para si mismo, le parecía exagerado hasta cierto punto, para segundos después adentrarse dentro del torbellino y ser arrastrado por este de igual forma, solo que él lo dominaba completamente.

—¡Mierda!— Exclamó la morena cuando finalmente se acostumbro a la sensación de mareo y la fuerte corriente que la arrastraba.

Pudo ver al hombre repentinamente aparecer a su lado, mirándola brevemente para después adelantarse a ella y nadar con más velocidad y destreza dentro de la fuerte corriente, no era de sorprenderse considerando que era un habitante de aquel reino acuático.

Pronto salió del torbellino, honestamente se había sentido como una tortura aquello, sus oídos aún zumbaban por el turbulento viaje. Miro a su alrededor levemente aturdida pero ahora no había más que un, aparente, ensordecedor silencio y estaba completamente oscuro, miro alrededor intentando buscar a el rey de Talokan pero solo había oscuridad a su alrededor, cuando avanzó un poco más lo vió por fin flotando en medio de la nada.

—Vamos— Ordenó el hombre retomando su camino, nadando delante de ella.

Zanya asintío cuando repentinamente por encima de ambos paso una enorme ballena.

—Increíble— Susurró para después seguir al hombre.

Observó con clara sorpresa y emoción aquello, varias luces centellaban a la distancia, ambos pasaron por uno de los pequeños túneles que había ahí y si por fuera había estado maravillada y sorprendida ahora no podía ni siquiera creerlo, era un imperio entero, con varias edificaciones a los alrededores iluminando por completo el lugar por gusanos de luz, varias personas nadaban de un lugar a otro (K'uk'ulkan le había explicado aquello del cambio de color de piel al salir a la superficie que era como una especie de protección para ellos, pero que cuando estaban dentro del agua las personas no eran de ese extraño color de piel azul) era realmente bello, era como si de alguna manera hubiera viajado al pasado, como si estuviera en medio del pasado y futuro al mismo tiempo al ver todo aquello.

Unos metros delante suyo había chicos probablemente de su edad o más chicos que jugaba pitz, un antiguo juego de pelota mesoamericano del que solo había leído en libros. Cuando los chicos vieron al gobernante de Talokan junto a la que era su hija saludaron respetuosamente haciendo ese extraño saludo con las manos que Zanya había visto antes.

—Vamos— Ordenó retomando de nuevo su nado con ella detrás suyo adentrándose cada vez más al corazón de la ciudad.

Finalmente llegaron a una especie de mercado marino y ella miro con fascinación aquello, las personas parecían sirenas o alguna especie de pez nadando con tal gracia entre los animales marinos, algunos llevaban frutas algo que claramente la desconcertó pues hasta donde sabía las frutas crecían en tierra, no en el agua.

—En tantos siglos hemos buscado la manera— Escuchó a su progenitor decir en cuanto vio la mirada de confusión por ver a los Talokanes comprar frutas y verduras que generalmente se encontrarían solo en la superficie —...para poder tener una vida normal, sin depender de los de la superficie, cultivamos especialmente todo eso en lugares especiales, somos una sociedad demasiado avanzada incluso me atrevo a decir que más que Wakanda porque hemos hecho lo imposible por prosperar aquí, pese a los inconvenientes— Tras decir eso comenzó a nadar y ella le siguió entre más se acercaban al corazón de Talokan un potente brillo se hacía cada vez más presente, uno que Zanya se atrevía a decir era parecido al del sol.

Cuando lo vio quedó totalmente fascinada e impactada, se veía como un sol, un sol bajo el agua aquel enorme destello que resplandecía en lo alto de una estructura enorme de color rojo.

—Es hermoso— Susurró observando con total fascinación aquello, perdiéndose en la inmensidad y el resplandor de aquella luz que iluminaba todo el lugar.

Namor no respondió sino que miro con la misma fascinación aquel que era uno de los mayores logros y orgullo del imperio de Talokan.

—Si, lo es— Estuvo de acuerdo el hombre sin dejar de verlo —Esta hecho de vibranium y esta aquí en el fondo del océano— Agregó.

—¿Vibranium?

—Si. Es un material único en todo el mundo, uno que probablemente solo posee Talokan y Wakanda y del que los humanos de la superficie buscan desesperadamente porque podría servirles para la fabricación de armas peligrosas o cualquier otra cosa que pueda dañar— Explicó su padre —Esto es como el sol de la superficie— Agregó refiriéndose a la intensa luz amarilla.

Ella asintío volviendo su vista de nuevo a aquel que era el sol de Talokan.

—Y es algo que debemos de proteger, si aquellos de la superficie lo saben entonces no pasará mucho antes de saber de la existencia de Talokan y de mi gente. Wakanda ya tiene demasiados enemigos luego de dar a conocer su existencia y la del vibranium en su reino, nosotros no queremos eso, hemos vivido tranquilamente los últimos siglos y eso no cambiará ahora, ni nunca.

La jóven no dijo nada, simplemente miro la expresión de seriedad y determinación en su rostro, una de la que cualquier gobernante sería digno.

—Regresemos— Dijo tras unos segundos volviéndose de regreso.

Con un último vistazo al sol de Talokan, y a Talokan en si, Zanya lo imitó y lo siguió de regreso.

Hola, aquí con el capítulo, inesperadamente terminé la edición pronto, así que me correspondía subirlo

Ups! Tento obrázek porušuje naše pokyny k obsahu. Před publikováním ho, prosím, buď odstraň, nebo nahraď jiným.

Hola, aquí con el capítulo, inesperadamente terminé la edición pronto, así que me correspondía subirlo.

Muchas gracias a todos por leer, votar y comentar. Sin más de mi parte nos leemos en la siguiente actualización.

¡Nos vemos!

IMPERIUM ┗ NamorKde žijí příběhy. Začni objevovat