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CUARENTA Y DOS

🎶ℳℯ 𝒶𝓇𝓇𝒶𝓈𝓉𝓇ℴ 𝒽𝒶𝒸𝒾𝒶 ℯ𝓁 𝒾𝓃𝒻𝒾ℯ𝓇𝓃ℴ 𝒸ℴ𝓃 𝓂𝒾𝓈 𝓅𝒾ℯ𝓈 🎶


Los días radiantes de repente se volvieron grises pero sobretodo agonizantes para Jimin, como si de una muerte lenta se tratase la punzada constante en su pecho. Durante las últimas semanas convirtió su habitación en una especie de refugio, abrazándose entre las cálidas sábanas mientras una acogedora almohada le servía de acompañante para llorar a toda hora.

En el velorio y entierro recibió consuelo de las personas cercanas a su familia, una que dejó de existir después de la pérdida de su progenitora. Yoongi por su parte no descuidó en ningún momento a Jimin, procurando animarlo mediante abrazos, besos y palabras de aliento aunque ver la lápida de la señora Park causó un nuevo remordimiento en su interior.

Los recuerdos de la mañana trágica se volvían más vívidos en la mente del omega, el aroma de aquel líquido rojo parecía un perfume impregnado en su ropa que le recordaba la imagen de su madre con las muñecas cortadas junto a un charco de sangre.

«Amé y amaré a tu padre por el resto de mi vida, nunca dudes de eso porque no existe mayor prueba de nuestro amor que tú. Espero puedas perdonarme porque yo ni siquiera soy capaz de mirarme al espejo sabiendo el daño que provoqué en ti.

(...)

Sé que del otro lado estará tu padre exigiendo  respuestas, preguntando por ti porque eres lo más valioso para él y tendré que decirle que no supe cuidarte, que permití que alguien lastimara a su pequeño cachorro.

(...)

Mamá ya no puede verte a los ojos, lo siento »

Con el pasar de los días le resultaba difícil conciliar el sueño aunque durmiera entre los brazos de Yoongi, todo parecía ir en reversa gracias a nuevas pesadillas, como si el destino intentara repetir los problemas iniciales de su desastroso matrimonio.

Al igual que noches pasadas despertó de manera abrupta, golpeando sin cuidado el cuerpo de su esposo por dicha acción, un poco sudoroso, agitado, nervioso, sin lágrimas de por medio porque a diferencia de años atrás el sentimiento abrumador no era miedo sino culpa.

—Mejor iré a otra habitación —susurró el menor.

Yoongi asintió entre soñoliento y confundido mientras rascaba su cuello pues no terminaba de despertar y es que en realidad el sueño de ambos se vio afectado debido a los últimos sucesos.

Así era como Jimin regresaba a esa antigua pero familiar habitación a mitad de la noche, sintiéndose cansado y frustado por retroceder los pasos que había conseguido avanzar gracias a su terapia con la doctora Gum.

—Papá, cuida de mamá, por favor —musitó acomodándose en la cama—. Dile que no tuvo la culpa, dile que la quiero mucho y me hace falta igual que tú.

Su plática iba dirigida a la luna brillante detrás de la ventana porque deseaba ser escuchado por ella para obtener tranquilidad y felicidad en su vida. Se encontraba tan concentrado en la hermosa vista que el ruido de la puerta siendo abierta le provocó un pequeño susto pero al mirar sobre su hombro dio con el responsable.

Yoongi había ido detrás de su omega segundos después de no hallarlo a su lado, guiado por el rastro de un dulce aroma y con la ayuda de su bullicioso lobo.

—¿Alfa? —llamó un preocupado omega al verlo parado con los ojos cerrados al pie de la cama.

El pelinegro no hizo más que tirar la almohada que trajo arrastrando consigo para luego acostarse y abrazar por la espalda al rubio.

⸙͎Night Flower [YM] [By Ania] CAPS. FINS.Where stories live. Discover now