Pasión & Poder

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AILA

Salí del despacho de Maxwell después de varios minutos tratando de calmarme, aunque la verdad era que no lo había hecho del todo, pero si no salía los chicos podrían preocuparse y hasta ir a buscarme y yo no quería eso, por lo que después de meditarlo conmigo misma por novena vez en cinco minutos, salí tras dar un profundo suspiro.

Al llegar a la sala ya no había nadie y eso me desconcertó bastante.

¿Acaso ya se habían ido todos?

Pero si no me había demorado tanto en el despacho. Busqué un poco más hasta que llegué a la cocina y allí estaba Lillie, se notaba un poco/bastante agitada, me acerqué a ella y observé como estaba sirviendo un poco de vino en unas copas, lo que significaba que todavía estaban aquí.

-Lillie, ¿Dónde están todos?

-¡Oh Lisa! -al verme dio un pequeño salto que me saco una sonrisa - Me asustaste

-Lo siento -me disculpe sinceramente.

-No importa, ellos están en el comedor, es mejor que vayas, en unos minutos serviremos la cena

-Está bien, gracias

Le regalé una última sonrisa y dirigí al comedor con un poco de prisa, al entrar efectivamente, todos estaban allí hablando tranquilamente, el ambiente se veía ameno y familiar, la alegría en el rostro de Maxwell estaba presente, se notaba sincero y tranquilo, nunca había visto esa expresión en él. Tal parece que estar con sus amigos le hacía muy bien, lo que me llevó a preguntarme:

¿Por qué había cometido una traición tan grande hacia uno de sus mejores amigos?

Sin duda Samuell no se merecía algo así, no tenía el placer conocerlo desde hacía mucho tiempo, pero la verdad es que parecía una muy buena persona y estaba segura de que si se llegaba a enterar de la infidelidad de Melissa con su mejor amigo era algo que lo iba a destrozar por completo.

Al notar mí presencia se giraron hacia mí y Landon me sonrió levemente, todo en él representaba alegría y mucha energía positiva.

-Aila, cariño, ¿Ya te sientes mejor? -la preocupación presente en su voz me hizo fruncir el ceño.

-¿A qué te refieres, Landon?

Dije sin entender muy bien a qué se refería, me acerqué a la mesa y me senté entre Maxwell y Donnan, al frente estaban Landon, Samuell y por último Melissa, a la anterior mencionada la ignore completamente, lo mejor que podía hacer era evitar cualquier trato con ella, no quería verla, era una descarada al estar sentada en esa mesa como si no hubiera pasado nada entre Maxwell y ella.

Melissa estaba tan sonriente mientras una de sus manos estaba entrelazada con una de Samuell, cosa que hizo que se me revolviera el estómago sin poder evitarlo.

-Es que Maxwell nos dijo que tenías algunos cólicos y nos preocupamos -dijo Donnan con una expresión compasiva.

Miré a Maxwell ceñuda, el cual tenía una sonrisa traviesa danzando en su rostro, lucía tan sexy que no pude evitar enojarme al instante, pero decidí ignorarlo, volví a centrar mi atención en los chicos y traté de sonreír lo mejor que pude.

-Sí, pero ya pasó -sonreí suavemente -Lillie me dio un brebaje que me los quitó casi enseguida

-¿Lillie? -Preguntó Samuell, claramente confundido - ¿Quién es Lillie?

-Oh -sonreí- Es una de las empleadas, ella trabaja en la cocina

-¿Eres amiga de una sirvienta? -El tono despectivo de su voz me hizo enfadar -Eso no es propio de alguien de tu clase Aila, ella está muy por debajo de ti, deberías enseñarle cuál es su lugar