🌹35🌹

1K 36 2
                                    

AILA

Estos últimos días he estado muy deprimida, no me levanto de la cama y solo como porque Maxwell y Lillie me obligaban, además de qué tampoco quiero que le pase nada al bebé, el doctor había siso muy claro con sus instrucciones, tenía que cuidarme.

De mí madre no he tenido noticias, me ignora totalmente y Henry tampoco había venido a verme, tal vez y los perdí a los dos y no solo a ella.

Si pudiera volver el tiempo atrás no cambiaría nada exepto el hecho de que se lo hubiera contado a mi madre desde el principio, a lo mejor me hubiera evitado todo esto, aunque ya es muy tarde para saberlo.

Me levanté con cuidado de la cama y entré al baño, decidí darme una ducha para refrescarme un poco.

Al terminar, me coloqué un vestido rosado, ajustado y corto, ya que él tiempo estaba un poco caluroso y además no iba a salir a ningún lado como para arreglarme mejor.

Me volví a recostar en la cama y encendí el televisor, ya que no tenía nada más que hacer, Maxwell estaba en el trabajo y no regresaría hasta la tarde, Lillie estaba ocupada preparando la cena y los chicos tambien debían de estar ocupados.

Sentí la puerta del cuarto ser abierta y por ella entro Henry con una sonrisa y una caja en sus manos, no pude ocultar la emoción que me invadió al verlo.

El se sentó en la silla que estaba al lado de mi cama y me dió un abrazo el cuál me hizo sentir segura, me hizo sentir en casa, como esos que solía darme cuando era pequeña.

-¿Cómo estás pequeña? -preguntó con voz dulce.

-Bien -sonreí- ¿Por qué no habías venido?, Te extrañé mucho

-Yo también Aila, pero he estado muy ocupado y no pude venir

-Bueno, lo importante es que estás aquí ahora

-Si, aunque estoy enojado contigo

-¿Por qué? -pregunté confundida.

-Maxwell me ha dicho que no quieres comer y eso está muy mal, ya no solo eres tú, también debes cuidar del pequeño que viene en camino

Bajé la cabeza, sabía que tenía razón, pero es que no tenía apetito, si comía era porque me obligaban hacerlo, realmente estaba muy deprimida.

-Es que no me da hambre

-Bueno, pues a partir de ahora quiero que te alimentes bien y... te traje un regalo

Dijo mientras me tendía la caja que tenía en sus manos, yo la cogí y la abrí con delicadeza, dentro habían muchos bombones, mis favoritos, sonreí en grande y lo volví a mirar a los ojos.

-Espero que te gusten -dijo con cariño.

-Sabes que sí, son mis favoritos

-Por eso los escogí

La habitación se sumergió en un silencio, aunque no era incómodo, no sabía si estaba bien preguntarle esto, pero necesitaba saberlo.

-¿Y mi madre?... ¿Cómo está ella?

El sonrió con tristeza y desvió la mirada hacía otro lugar de la habitación que no fuera mi rostro, allí supe que algo andaba mal con ellos dos.

-No sé, hace tres días que no nos hablamos, actuamos como completos extraños a pesar de que vivimos juntos

-Lo siento -dije con tristeza.

-¿Por qué?

-Es mi culpa que ustedes estén así, su relación se arruinó por mi culpa

Pasión & PoderWhere stories live. Discover now