Pasión & Poder

🌹Extra 1🌹

AILA

La puerta de la gran habitación se abrió de par en par, dando paso, a un cuarto perfectamente decorado, con velas por doquier y una cama llena de pétalos de rosas, no habían palabras para describir lo que sentía en estos momentos.

Maxwell se adentró en la habitación, aún conmigo en brazos y me depósito suavemente en el cama, no despegó ni un momento sus labios de los míos permitiendo que yo me llenará de su magnífica y arroyadora escencia.

Comenzó a desvestirme, dejándome en ropa interior, a lo que yo por supuesto que no me opuse, sabía que el había estado planeando esta noche desde hacía mucho tiempo, finalmente teníamos la casa solo para nosotros, ya que les habíamos dado el día libre a todos los empleados, y los niños estaban en casa de mis padres.

Las traviesas manos de Maxwell recorrieron cada parte de mi cuerpo,  trasando un recorrido lento por cada lunar que tenía, y que aunque ya se lo supiera de memoria, él siempre trataba de que fuera como la primera vez. Porque él era mío, y yo era suya, y nadie nos volvería a separar, nunca más.

Maxwell se separó un poco de mí, mientras me miraba con la misma intensidad de siempre, su mirada reflejaba mucho amor, deceo y pasión, haciéndome sentir tan especial como solo el podía hacerlo, Maxwell sabía que tenía absolute poder sobre mí, y le encantaba ejercer el roll dominante en ocasiones.

-Aila Saldivar, como desde el día que llegaste a mi vida y para siempre, quiero que seas mí luz, mi amor, mi vida, quiero llenarte de iluciones y de alegrías, quiero amarte hasta que ya no pueda respirar

Lo miré con una gran sonrisa en el rostro, esas palabras llenaron mis oídos como la más dulces de las melodías, pues esos fueron sus votos cuando contraímos nupcias hacía ya cuarto años, y por supuesto, que yo no me iba a quedar atrás, claro que no

-Maxwell Jefferson, hoy me entrego a tí como si fuera la primera vez, como tú esposa, amiga, amante y la madre de tus hijos, prometo darme por entera a tí, y si algún día nos toca enfrentar alguna tormenta, te guardaré en mis brazos y te seguiré amando, más allá del tiempo, más allá de mí

Dicho esto, nuestros labios se volvieron a encontrar, cerrando así esa promesa, la que nos habíamos hecho hacía ya muchos años y aún seguí vijente, y así lo estaría, para siempre.

Pues si había algo de lo que yo estaba segura, era de que nuestro amor, no tendría fin.