🌹28🌹

1K 42 1
                                    

AILA

Los días iban pasando y el ambiente entre todos estaba muchísimo más relajado, mi madre y yo habíamos hablado tres días después de que Henry se enterara de lo que Maxwell y yo teniamos, y luego de que ambas conversáramos tranquilamente, logramos hacer las pases.

Estos últimos días había estado muy rara, habeses  tenía mucha hambre y otras veces ni podía oler la comida, tenía mareos consecutivos y estaba muy decaída, me la pasaba casi siempre en la cama sin muchos ánimos.

Maxwell estaba muy preocupado por mí, pero yo le he dicho que no le tome importancia, a lo mejor solo es que estaba enferma de la barriga, no debíamos preocuparnos por eso, ya se me pasaría.

En estos momentos Maxwell estaba en la empresa, trabajando y mi madre había venido para hacerme compañía y se lo agradecía enormemente.

Lillie también estaba con nosotras en la sala, para mí sorpresa se había logrado llevar muy bien con mi madre, demasiado diría yo, parecían amigas de toda la vida y encajaban a la perfección, a pesar de la diferencia de edad, me gustaba que estuvieramos las tres juntas.

Le dí el día libre a Lillie para que lo pudiera pasarlo con nosotras, y así fue, estábamos viendo una película en la sala de estar, yo me encontraba en el medio de las dos, mientras me cubría el rostro con mis manos, la película era de terror, por petición de Lillie, y yo no había parado de gritar desde que había empezado, en serio las odiaba, mucho.

Las horas fueron pasando con demasiada rápides y la tarde que estábamos pasanado no tenía comparación, estuvo llena de risas y chistes malos por parte de Lillie y eso sí, mucha comida.

-Yo estoy un poco cansada -dijo mi madre a la vez que se sentaba -¿Ustedes no?

-No, todavía tengo energía suficiente -la voz cantarina de Lillie se hizo notar.

-Yo también estoy agotada -expresé- No se cómo aún me mantengo en pie

-Qué exageradas son, no hicimos tanto -bufó Lillie.

-Si a no hacer nada te refieres a pasar la tarde viendo películas, comiendo y cantando las canciones de sus grupos favoritos, entonces si, no hicimos nada

No pude evitar reír por el comentario de mi madre, Lillie hizo un puchero involuntario, haciéndola ver muy adorable, por dios santo, mi madre tenía razón, no habíamos parado en toda la tarde y yo ya estaba muy cansada.

-Qué aburridas son, las odio, no me hablen nunca más

Me acerque a Lillie con una suave sonrisa, y la abracé con cariño para tratar de que dejara de hacer un berrinche como una niña pequeña.

-Vamos Lillie, no te pongas así, n-nosotras s-solo

Detuve mis palabras abrutamente, pues me comencé a marear, veía todo un poco borroso a mi alrrededor, cerré mis ojos para tratar de calmarme, pero solo empeoró el malestar.

Me tambalee y mi madre y Lillie me sostuvieron con fuerza.

-¡Aila! -Expresó Lillie preocupada.

-Aila, hija. ¿Qué te sucede?
-No s-se

Mi voz salió muy temblorosa y con demasiada dificultad, de repente sentí como toda la fuerza se me desvanecía del cuerpo y todo se volvió negro para mí.

{...}

Desperté en mi cama, me moví un poco, tratando de adaptarme a la claridad. Observé como mi madre y Lillie se acercaron a mi muy rápido, se sentaron a mi lado en la cama y me abrazaron, se veían muy preocupadas.

Pasión & PoderWhere stories live. Discover now