19. Acompañandote.

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Hola mis bonitos lectores~ Obviamente este capítulo va a estar dedicado a procesar lo que pasó ayer al final porque Eiji también se merece su espacio, si bien, este fic es Ash-centric, es decir, hemos estado todo el rato con Ash y así terminaremos, eso no quiere decir que no podamos profundizar en Eiji de otras maneras y acá se entiende mucho mejor su conflicto interno y de repente lo sobreadaptado que puede mostrarse para "siempre mantenerse bien". Pero eso.

Espero que les guste.

Una bofetada retumba por el lugar

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Una bofetada retumba por el lugar.

Paf.

A Ash le toma tiempo registrar el dolor naciente tanto en su mejilla como en la mandíbula, se acaricia el rostro para sentir la hinchazón acompañada de un resqueme oxidado que supone es por el espeso hilo de sangre que se ha colado entre los dientes, alza la mirada, la expresión de Yut-Lung es de puro odio e impotencia mientras todavía sostiene su palma enrojecida en el aire.

—Lynx. —Entonces dice como si las palabras fueran una daga—. Esto es tu culpa. —Sus pupilas están realmente rojas y su boca todavía se encuentra temblorosa.

—Yo no...

—Esto es tu culpa, que Eiji se encuentre así, ¡nunca te lo perdonaré!

—Cariño, Ash no podría haber sabido. —Shorter intenta aminorar la tensión, no obstante es en vano bajo esos ojos amoratados de dolor, cólera y coraje—. No podríamos haber prevenido eso, sabes de lo que Arthur es capaz.

—¡Deberíamos haber prevenido esto! —El omega aprieta ambos puños con tanta fuerza que acaban marcándose todas las venas alrededor de sus nudillos en su piel casi translúcida, su boca luce reseca, su cabello es un desastre amarrado en esa trenza maltrecha, se ha quedado la noche entera con Eiji.

—No es culpa de Ash. —Shorter lo defiende e intenta contener a su pareja, lo abraza por encima del pecho, envolviendo una caricia que aun si está destinada para ser cálida y reconfortante—. Ninguno de nosotros podría haberlo sabido.

—Te lo confié. —No reconforta nada—. Te confié a Eiji, se supone que eres su alfa.

—Yut-Lung.

—¡Y ahora ese hijo de puta lo marcó de nuevo! —Ríe histérico, tirándose del flequillo con una palma, tensando sus dedos hasta que se escucha el tirón, se mira tan doloroso que ambos alfas acaban por apretar la mandíbula y juntar los dientes—. Me largo de acá.

—Bebé, no seas así.

—Si hubieras sido un alfa, si hubieras sido su alfa y tenido las pelotas que hacían falta... —El omega alza el mentón una última vez para fulminarlo, dejándolo helado en su lugar—. Eiji no estaría tirado en esa mugrienta cama pasando por todo otra vez, me equivoqué contigo, Lynx.

Se va.

Ash queda con una sensación de vacío devorándole las entrañas, no ha comido nada desde que pasó lo de Arthur porque su prioridad no se encuentra precisamente en la pauta alimentaria sino que Eiji lucía tan... muerto cuando lo sostuvo. Claro que lo llevaron al hospital (en dónde recibió los cuidados necesarios) pero más allá de eso lo mandaron a hacer reposo y acá están: con Yut-Lung más histérico de lo que se esperaba, con Shorter sin encontrar las palabras correctas y el tutor de Eiji (el tal Ibesan) adentro del cuarto tratando de arreglar la muñeca rota que quedó en dónde antes estaba su solcito.

Midnight rain [31 días de omegaverse]Where stories live. Discover now