22. Celo omega.

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Hi~ Chiquillos, ayer me dio la sensación de que muchos quedaron con la impresión de que no veriamos más a la anorexia y pucha, de verdad me gustaría que no fuera así pero la premisa de este fic parte con hacer un tratamiento lo más realista y no es tan facil como despedirse, es muy importante eso sí, es algo muy catartico y marca un antes y un despúes en Ash, pero como les comenté, Ana es algo fuera de Ash,a sí que nos sigue durante todo el bendito fic, a veces más grande que otra y hoy por ejemplo lo notaremos mejor. Pero gracias por seguir acá.

Espero les guste.

Ash suspira quitándose la décima chaqueta que se prueba de madrugada, la toma de la punta, existe un resqueme de cólera ardiendo entre sus tripas puesto que esta era una de sus candidatas favoritas al tener adornos metálicos y ser completamente de...

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Ash suspira quitándose la décima chaqueta que se prueba de madrugada, la toma de la punta, existe un resqueme de cólera ardiendo entre sus tripas puesto que esta era una de sus candidatas favoritas al tener adornos metálicos y ser completamente de mezclilla, pero no, el universo justo se ha puesto de acuerdo para que su dismorfia sea una hija de puta y a veces se despierta odiando absolutamente todo lo que luce, si bien, tiende a ser manejable al cortarlo de raíz lleva varias horas rebuscando con la esperanza de que algo en su closet lo haga sentir... no tan mal.

Además, el cansancio es otra cosa, desde que salió del hospital ha dormido unas 18 horas al día, eso no sería un problema si al menos al despertar se profesara renovado sin embargo, se siente igual (si es que no peor) cuando se vuelve a levantar y necesita volver a dormir. Sí. Sí. Sabe que los trastornos alimentarios están comórbidos con los trastornos del sueño, solo qué ¿por qué hoy?

Hoy es su cita con Eiji.

Una cita oficial.

Y Aslan se ve como la mierda con unas ojeras tan cadavéricas que parece personaje de Tim Burton.

—Pues si tanto te molesta podrías no ir.

—No. —Ash se planta enfrente de su anorexia quién por supuesto, ha sido su fiel compañera en esa búsqueda de atavíos, Dios, hasta preferiría a Yut-Lung sabiendo de antemano que se limitaría a puro insultarlo—. Eso es justamente lo que quieres, no voy a faltar.

—¿Cómo vas a ir si apenas te puedes mantener de pie? —Es cierto, este sueño es raro al no reducirse a bostezos o tazas de café, ese sueño hace que el cuerpo se aprecie jodidamente pesado y que hasta levantar una pierna se vuelva una tarea imposible—. ¿Cómo irás al centro comercial?

—Me las arreglaré. —Bosteza—. He estado esperando mucho tiempo esta cita como para acobardar mi voluntad ahora.

Puff. —La anorexia le da una sonrisa sañosa—. En la carta que escribiste dijiste que ya no necesitas más de mí, pero mírate. —De pronto, ella se encuentra sobre los huesudos hombros del alfa—. Estás cayéndote a pedazos sin mí, sweetheart.

—No. —Ash se aleja de un manotazo—. Tú te estás cayendo a pedazos sin mí, Ana.

—Pues suerte encontrando algo que te quede. —El alfa aprieta los párpados y le saca la lengua con una terquedad digna de Eiji Okumura—. Bastardo malagradecido.

Midnight rain [31 días de omegaverse]Where stories live. Discover now