Midnight rain [31 días de omegaverse]

27. El nido.

Hi~ Como les comente este capítulo es super relax, sirve para llevarnos a los últimos aconstecimientos que le quedan al fic, mañana se nos viene más potente y bueno, hasta el final realmente si es que llegamos porque vivimos al día en este fic. Mil gracias por tanto.

Espero que les guste~

Eiji está usando su chaqueta deportiva.

Está sentado a su lado, codo a codo en la última fila del anfiteatro en dónde tienen clase, están entre una de esas mesas que más que una mesa es un único mueble que abarca toda la fila, pero eso tiene poca relevancia en estos momentos, lo importante es lo adorable que Eiji luce vistiendo su chaqueta, las mangas le quedan largas y tan largas que incluso golpean el lápiz al tomar apuntes, la orilla pende más allá de sus caderas y sentado le cubre todos los muslos, las hombreras hacen que luzca pequeño y tan pequeño que podría caberle en el corazón, los colores azules y brillantes le sientan de maravilla y hacen un contraste etéreo con ese uniforme de pértiga debajo, pero su parte favorita es la espalda.

Sip.

Definitivamente la espalda se lleva todas las miradas.

«Aslan J. Callenreese».

Es lo que tiene escrito a lo largo de los hombros junto a su número de posición (el 20, pero da igual).

Eiji está usando su chaqueta (de paso la chaqueta cubre esa maldita marca) luce hogareño, adorable, reconfortante y bonito. Pero vamos, ¿qué parte de Eiji no es bonita?

—Me estás mirando. —De repente le dice eso, desviando lentamente su mirada de la clase, tomaron un electivo de fotografía juntos, se encuentran viendo una película muy aburrida para analizar tonos y técnicas y accidentalmente su mirada cayó en su omega, ups, no salió más—. Presta atención, Ash.

Ash-u. Nunca "Ash".

—Eso hago. —Tienen las manos entrelazadas bajo la mesa, aunque ambos son diestros el alfa estuvo dispuesto a sacrificar su palma derecha con tal de que su omega tome notas—. Toda mi atención la tengo enfocada en ti.

—En la clase. —Resopla—. Mira la clase.

—La clase es aburrida y de todas maneras me irá excelente, tengo 200 puntos de IQ, te dije.

—Eres un presumido. —Entonces Eiji deja de lado su lápiz y acuesta su cabeza encima de sus libretas.

—¿No deberías prestar atención?

—Ibe-san ya me enseñó esto, sé de lo que estamos hablando, puedo dejarte copiar mi tarea incluso.

—Eres un nerd. —Eiji ríe entre dientes. Bonito. Radiante. Soleado—. Eres todo un nerd, onii-chan.

—Y ahora tú eres el deportista, supongo que partimos el año al revés.

—Supongo que sí.

—¿Por qué béisbol? Me tomó por sorpresa que te inscribieras dentro del equipo por eso infiero que debe gustarte mucho ese deporte. —Pero no es tan así, así que lo clarifica: