25. Un obsequio.

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Okey, este fic hace que me duela la guata ahora, cero fe en terminarlo, cero fe en publicar hoy pero me esforcé demasiado sacando un capítulo de navidad como para no publicarlo en navidad. Mañana sigo respondiendo todo el resto de las cosas, hoy no me siento bien. Ya saben con el capítulo, no repetiré las advertencias por millonesima vez, tambien soy persona.

 Ya saben con el capítulo, no repetiré las advertencias por millonesima vez, tambien soy persona

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Es 25 de diciembre.

Es navidad.

Aslan odia la navidad, no porque sea una especie de Grinch ni nada similar, sin embargo, esas fechas tan familiares tienden a ser fuente de angustia, tal como se lo explicó al nipón hay exceso de comida, la cena es de noche y dan golosinas (lo que es un festín para Ana y predisponente al atracón) además el año pasado fue muy depresivo, en ese entonces estaba intentando mejorar, su doctor los acababa de desamparar al abandonar su caso por ser "muy complejo", Aslan intentaba mantener el trastorno a raya por sí mismo, pero la anorexia se le escapó de control y terminó haciendo ejercicio compulsivo antes de cenar y vomitando después lo que obviamente lo llevó al hospital por un desbalance, dicen que el vómito y el ejercicio están contraindicados ya que lo que la purga sube el ejercicio lo baja por ende, su pobre sistema apenas lo soportó sin colapsar.

Pasaron Nochebuena en la sala de espera, con Griff llorando de impotencia sobre la mugrienta silla de plástico y Max gritándole a los recepcionistas puesto que nadie los atendía, sorpresa, era navidad.

Sip.

El 25 y el 31 de diciembre son una fuente especialmente ansiógena por todos los excesos implícitos.

Pero este año las cosas pintan... diferentes.

O al menos así se aprecia mientras usa un horrible suéter navideño de Nori Nori (que va a juego con el de Eiji) usa un gorro rojo con un pompón blanco y ayuda a su amante a ensamblar su primera casa de jengibre antes de la cena. Algo se siente diferente ese año. Más esperanzador. Más vivo. Es lindo.

—Lo estás haciendo mal, onii-chan. —Entonces Ash procede a abrazar al aludido por la espalda, ama que Eiji le quepa entre los brazos y sea más bajito, si es más bajito puede fácilmente besarle el cuello y otras zonas sensibles que hace que sus orejas enrojezcan y es adorable.

—Solo querías una excusa para abrazarme. —El japonés lo confronta con sus ojos brillantes y dulces, mucho más dulces que cualquier mezcla de glaseado que estén preparando.

—Atrapado.

—Gato mañoso.

—Conejo terco. —Lo besa en la mejilla, apoyando su mentón sobre su hombro disfrutando lo suave que se siente la tela de aquel espantoso suéter que en secreto ama usar porque es de pareja y carajo que es especial—. No sabía que tenías experiencia con lo dulce, serías una buena esposa.

—No la tengo, solo seguí las instrucciones.

—Sabelotodo. —Y como además de sabelotodo le salió maduro procede a apretar los párpados para sacarle la lengua, oh, la cosa es que Aslan ya conoce esta maña y antes de que lo haga está lamiendo su mejilla regordeta por el mero placera hacerlo.

Midnight rain [31 días de omegaverse]Where stories live. Discover now