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la semana se me pasó increíblemente rápido, algo que no me sucedia hace tiempo

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la semana se me pasó increíblemente rápido, algo que no me sucedia hace tiempo.

mis días se basaban en preparar contenido para las redes sociales del club, el domingo se jugaba un amistoso contra el brighton y debía tener preparadas un par de preguntas.

hubo un plus que ayudó a la semana, más allá de la insistencia por parte de liz y donny para que salga de mi rutina. lisandro me hablaba todos los días sin falta, su presencia de a poco me agradaba mucho más, y aunque lo intente negar estaba ansiosa por la salida del viernes.

claro, como amigos. algo que tuve que aclararle varias veces en la semana, el defensor era bastante insistente.

realmente podía notar la diferencia sobre mi vida antes y después de su llegada, había logrado que amara incluso más ir al club a trabajar. algo que hace un tiempo parecía imposible.

le agradecía a la vida por su llegada.

me encontraba en mi oficina ordenando unos papeles sobre las últimas estadísticas y rendimiento de los jugadores cuando la puerta se abrió de imprevisto, logrando que salte sobre mi propio lugar.

a pesar del susto, no me sorprendia que el argentino se encontrara allí. se le había hecho costumbre pasar por a saludarme luego de su entrenamiento.

el pelo mojado lo hacia incluso más lindo.

- ¿cómo se siente sobre esta noche mi periodista favorita? - preguntó en tono burlon mientras daba pasos hacia mi escritorio, me paré al instante

- deja de alargarme, lisandro. debo ser la única periodista con la que te relacionas - dije parandome más cerca suyo

me sonrió y cuando se le formaron los hoyuelos sentí mis piernas temblar. me asustaba lo mucho que generaba en mi en tan poco tiempo.

- no respondiste mi pregunta

- para tu sorpresa, estoy ansiosa. me gustaría conocerte más allá del club

- sabía que ibas a caer ante mis encantos - comentó para dar unos pasos más cerca de mi, retrocedí rápidamente

por más que me gustase tenerlo cerca nos conocíamos hace menos de una semana y no podía mezclar el trabajo con lo amoroso, me lo prohibía.

- somos amigos, lisandro. no te olvides de eso

el defensor levantó ambas manos en símbolo de rendición mientras apenas se reía, le gustaba este pequeño juego que teníamos.

- lo que vos digas, rubia. paso por vos a las ocho, si es posible ponete más linda de lo que sos

antes de irse me dio un rápido beso en mi mejilla, este hombre buscaba ser mi perdición y yo no se lo podía permitir.

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para la hora de la merienda había invitado a mis únicos dos amigos a mi casa, estos se sorprendieron debido a que jamás los invitaba o salía con ellos.

- sigo sin poder creer que vos propusiste un plan y no te tuvimos que insistir - dijo liz bebiendo unos sorbos de su té

típico de inglesa, no me aceptaba un mate ni de onda. todo lo contrario a donny que le encantaban.

- yo creo que se por quien este repentino cambio - añadió donny en tono juguetón, lo mire con cara de orto

ahora ambos iban a flashear cualquiera.

- jodeme - dijo liz pasando su mirada varias veces del jugador holandés hacia mi

- lisandro pasa más tiempo con ella que con sus compañeros de equipo

- eso es porque soy mejor que todos ustedes. además, no pasa nada, somos amigos y listo

- algo no nos estas contando, mi. desvías la mirada, largalo ya

odiaba que elizabeth le prestara tanta atención a los detalles y me conociera más que nadie, si había alguien a quien no le podía mentir era a ella.

- hoy salgo con él - dije en voz baja mientras cebaba más mate, seguía sin mirar a ninguno de mis amigos a los ojos

- ¡que! - dijeron ambos al mismo tiempo, liz poco más y escupe el té

ninguno de los dos estaba acostumbrado a que salga con alguien más que no sea ellos.

- no lo hagan más grande de lo que ya es, somos amigos quieren conocerse fuera del club. no voy a salir con él, es un compañero de trabajo

- vamos a hacer como que te creemos pero permitite ser feliz de una vez, miru - sonreí ante lo que me dijo donny, siempre buscaba lo mejor para mi

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ya llegando la hora los nervios me ganaban, hace más de media hora que estaba lista y no paraba de dar vueltas por el salón.

me había puesto un vestido negro pegado al cuerpo, era elegante pero no lo suficiente por las dudas, no tenía ni idea a donde íbamos, no quería desentonar.

era como la quinta vez que me colocaba gloss en los labios cuando sentí el timbre sonar. respire un par de veces para calmar la ansiedad y aparentar tranquilidad.

al abrir la puerta me lo encontré con una camisa negra ceñida al cuerpo, al instante su perfume me invadió, me encantaba.

me analizó de arriba hacia abajo, como solía hacer cada vez que me veía. cosa que generaba muchos sentimientos dentro mío.

- cumpliste con lo que te dije - me dijo esta vez mirandome a los ojos, no entendí a lo que se refería

- ¿qué?

- estas más linda de lo que estás normalmente, algo que creía imposible

más mejillas se tiñeron de rojo, logrando que él sonrisa satisfecho.

- vos también estas muy lindo, licha

- es la primera vez que me decis así

la alegría que sentía el argentino era muy notoria en su rostro, me la contagiaba a mi.

- somos amigos, ¿ya hay confianza no?

- amigos, si. ¿vamos?

sin decir más nada se hizo a un lado para dejarme pasar.

london boy | lisandro martinezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora