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lamentablemente la racha de malos partidos continuaba, desde el amistoso con el rayo vallecano, el cual había terminado en un empate, el equipo no podía obtener un triunfo

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lamentablemente la racha de malos partidos continuaba, desde el amistoso con el rayo vallecano, el cual había terminado en un empate, el equipo no podía obtener un triunfo.

el ambiente se notaba tenso, a nadie le gustaba perder. la historia que tenía el manchester united te exigía que uno este a la altura, sumandole la presión de los hinchas y de la prensa.

luego de la derrota agonizante de visitante contra el brentford perdí contacto con lisandro, él no contestaba mis mensajes y yo había decidido alejarme para darle su espacio.

entendía perfectamente que necesitaba su espacio para lidiar con las duras críticas hacia su persona. también yo necesitaba el mío para aclarar mi cabeza sobre él.

me agradaba su compañía, me hacía sentir demasiado bien y eso me asustaba. no quería estar con una persona que acuda al mismo lugar que yo durante la mayoría de los días del año, una posible pelea o ruptura podía influir en un montón de factores.

también debía aceptar que lo extrañaba demasiado. en pocos días se había hecho un lugar en mi corazón. con él podía ser yo misma.

me encontraba tirada en mi cama debido a que era mi día libre, mañana ya debía volver para cubrir un partido muy importante.

no podía dejar de leer el chat con lisandro, ni siquiera había entrado para clavarme el visto. lo estaba extrañando demasiado, detestaba que en tan poco tiempo se halla hecho tan importante.

- no podes estar todo el día tirada en la cama, miranda. párate a merendar conmigo por lo menos - dijo elizabeth desde la puerta de mi habitación, no tenía ni idea en qué momento había entrado, tampoco me preocupaba porque solía hacerlo bastante seguido

- no tengo ganas, liz. déjame en paz - hablé para luego taparme por completo la cabeza, en la oscuridad solo me iluminaba mi celular con el chat de lisandro de fondo

elizabeth me destapó de golpe, me saco el celular de la mano para apoyarlo sobre la mesa de luz y me ofreció su mano para que me levante.

- no me vas a dejar en paz ¿no? - ante mi cara de orto ella negó sonriendo, dando un suspiro tomé su mano y la acompañe hacia el comedor

vestía una camiseta del manchester united de donny, me la había regalado luego de uno de los partidos hacia meses. a liz nunca le había molestado que la tenga, entendía perfectamente que eramos solo amigos, aparte de que ellos se habían conocido en profundidad gracias a mi, mas alla del trabajo, al ser mis únicos dos amigos en la ciudad era imposible que no coincidieran seguido.

nos sentamos a merendar y con mi mayor esfuerzo intenté prestarle atención a todo lo que elizabeth me contaba, no tenía ganas de sociabilizar pero no podía decirle que no a ella.

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- ¿por qué estabas tan triste hoy? - preguntó liz terminando de juntar la mesa, mientras yo lavaba lo que habías usado

afuera ya se estaba haciendo de noche por lo que seguro se estaba por ir, mañana debíamos madrugar.

- no estaba triste - intente que esa preocupación que veía en su cara se vaya pero sabía que no iba a parar de insistir

- liz, te conozco lo suficiente para saber que algo te pasa, ¿es el trabajo otra vez? - suspire rendida mientras secaba mis manos, no me iba a quedar otra

- no, últimamente me siento bien con respecto a eso. vos viste que me llevo bien con lisandro y todo, pasa que después de los últimos tres partidos donde no gana el equipo me empezó a ignorar los mensajes, cuando lo veo en el club no va más allá de saludarme como todos los demás. me tiene un poco inquieta eso

- donny esta igual, miru. lo único que queda es darles su espacio y hacerles ver que estamos ahí para ellos

asenti ante aquello, me tranquilizaba un poco saber que no era solo lisandro, que no era algo personal.

- ¿me vas a contar que esta pasando con él?

la gran pregunta que quería evitar a toda costa, no sabia que estaba pasando, me gustaba compartir mi tiempo con él y me hacía bien pero tenía muy en claro que no iba a mezclar el trabajo con el amor. me negaba.

- ¿qué va a pasar? somos amigos

justo cuando elizabeth estaba por insistir sonó el timbre.

- te salvaste - me apuntó con un dedo sonriendo, tomó su bolso para dirigirse conmigo hacia la puerta, aprovechaba para irse

al abrir me sorprendí al ver a lisandro parado con una bolsa, elizabeth me sonrió para luego irse sin decir mucho más.

- ¿que haces acá? no recuerdo haberte dicho cual era mi departamento - dije un poco con humor para distender, me hice a un lado para que pase

- si, bueno. puede que le haya insistido a donny para que me diga

una vez dentro nos miramos a los ojos, yo no sabía que decir y él parecía dudar demasiado.

- perdón por ignorarte, no me sentía bien conmigo mismo. se que no es excusa pero las críticas me estaban llenando la cabeza y no quería llenarte con mis problemas..

estaba hablando demasiado rápido por lo que me acerque para acariciarle los brazos, al instante su mirada se desvio hacia allí.

- entiendo, lis. no necesito una explicación, solo no lo vuelvas a hacer, nunca me van a molestar tus problemas

nos sonreímos y un sentimiento de calidez se instaló en mi pecho. me sentía tranquila.

- ¿comemos?

london boy | lisandro martinezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora