Chapter Seventeen : Sea and Coral.

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Las gruesas lágrimas de Félix se escurren una tras otra cuesta abajo por sus mejillas, el llanto que le ha provocado Hyunjin es tan intenso que incluso le tiemblan las manos.

Se da cuenta de ello cuando las eleva para posarlas sobre los hombros del rubio y nota sus dedos estremecerse a la par de su cuerpo; Hyunjin se mueve con fuerza, penetrándolo rápida y profundamente mientras le pone una mano sobre la boca para evitar que sus intensos gemidos resuenen en la habitación.

A pesar de que tienen el aire acondicionado a una temperatura menor a los diecinueve grados, sus cuerpos tienen una fina capa de sudor que se mezcla cuando se mueven el uno contra el otro.

Minutos antes, Hyunjin había permanecido sometido por las caderas del menor, y había desordenado las sábanas al aferrarse a ellas cuando los deliciosos movimientos de Félix saltando sobre su cuerpo le habían empujado el líbido a niveles desconocidos.

Ahora era su turno, y tal como el pecoso no le había tenido piedad, él tampoco estaba siendo un novio piadoso.

Habían separado la cama de la pared para evitar molestar a los vecinos de habitación del hotel, y ya que habían notado que de hecho se trataba de una familia con un par de niños pequeños, habían estado esforzándose al máximo por guardar silencio durante todo el acto.

Por ello Félix lloraba, el placer que le provocaba sentir el falo de su novio hundirse en la profundidad de sus entrañas era inmenso, y no poder expresarlo a toda voz, era tanto frustrante como aún más excitante.

Se arqueó cuando el rubio impactó exactamente con el punto justo que lo hacía estallar de placer, y aunque sus gemidos eran ahogados por la fuerte y marcada mano de Hyunjin, ese en especial había resonado profundamente en su garganta.

Sus piernas se elevaron un poco más que antes, de forma que pudo entrelazar sus pies por detrás de la espalda del mayor, y juró delirar al sentir que de esa forma los movimientos del rubio eran incluso más marcados.

Su respiración acelerada se escapaba por entre los largos dedos del rubio, quien deleitado por sus hermosas expresiones no parecía tener planes de detenerse hasta no verlo alcanzar el clímax total.

Hyunjin tenía el cabello húmedo y pegado a la frente por el sudor, sus ojos felinos miraban al pecoso con intensidad, y gracias al uso de la fuerza y la resistencia, las venas de las manos y los antebrazos se le habían marcado bastante, Félix incluso había alcanzado a notar que le resaltaban un poco las venas del cuello.

Por eso deslizó sus dedos para acariciarlas, tocando su cuello antes de bajar por sus hombros y finalmente volver a deslizar sus dedos por sobre toda la espalda del mayor.

Estaba tratando de no hacerle daño, pues aunque todo aquel encuentro estaba siendo el resultado de un pequeño subidón de calentura, en los menos de cuarenta minutos que llevaban en aquel intenso encuentro, Félix había llenado a Hyunjin de marcas, mordidas y rasguños.

No quería repasar los rasguños frescos con otros más, pues sabía que luego sería doloroso para su novio, sin embargo a veces no podía ni siquiera ser consciente de ello.

Cuando Hyunjin le apartó la mano de la boca para besarlo con toda la pasión y el deseo que su cuerpo podía contener, Félix cerró los ojos y simplemente se aferró a él, deslizando sus uñas desde los hombros del mayor hacia abajo, cuando el rubio simplemente le apretó la cintura y tras unas cinco o seis embestidas más, lo empujó directo al orgasmo.

Hyunjin no abandonó sus labios hasta que Félix hubo acabado de gemir, pero al hacerlo le sonrió de forma ladina y comenzó a llenarle la cara de besos.

Félix estaba rojo y agitado, sudado, y sobre todo débil y tembloroso; había tenido que quedarse en la misma posición durante un par de minutos, pues el menor solía volverse muy apretado después de un orgasmo intenso, de modo que tuvo que ayudarlo a relajarse para poder abandonar su cuerpo.

Magnolia ❞. ₊ [ HyunLix ]Where stories live. Discover now