Chapter Twenty Six : Traveling Butterflies.

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El suave corazón de Hyunjin no ha parado de sufrir la ausencia de su novio los últimos treinta días. 

Desde la última vez que habían hablado por teléfono había transcurrido un mes completo, sin embargo, a pesar de que ambos parecían estar realmente afectados por la distancia, todo estaba mejorando considerablemente. 

La comunicación entre los dos había mejorado muchísimo, Félix había pasado de escribir dos o tres veces al día, a contarle cada detalle de su día al rubio, pues por mucho que Hyunjin le había insistido antes en que conversar le haría bien, él no se había percatado de que tenía razón hasta que realmente lo había hecho. 

Ahora, Hyunjin tenía que dedicarle unas cuantas horas del día a ponerle atención al chat de su novio, pues Félix había adquirido la costumbre de enviarle audios, pero no audios de cualquier tipo, ni dos o tres. 

El menor se levantaba y lo primero que hacía era comenzar a grabar audios para su novio, lo saludaba con aquella voz profunda y adormilada, mientras le contaba si había tenido algún sueño o si se había levantado con dolor de espalda o algo parecido.

Posteriormente se llevaba el celular hacia el baño, y se lo llevaba de compañía a lavarse los dientes y la cara, le explicaba qué ropa iba a ponerse, y después se lo llevaba también a la cocina para preparar un café y desayunar. 

Era así como terminaba con un mínimo de veinte audios de su novio, con un contenido no necesariamente relevante, pero que sin dudas terminaba formando temas de conversación después de un rato. 

Félix decía que podría llamarlo, pero generalmente Hyunjin estaba en el trabajo, y cuando no, él estaba reunido con su familia y no le parecía adecuado permanecer en llamada con el rubio en esa situación. 

De cualquier modo, Hyunjin agradecía que fuese notorio el hecho de que Félix se encontraba más tranquilo, verlo recuperar su aspecto hablador le causaba calma, y si por él fuese, escucharía sus quince audios de veinte minutos sin descanso tan solo para poder disfrutar de su voz, prefiriendo eso por sobre no saber nada de él. 

Claro que, en todo el asunto de la mejoría que había estado teniendo el azabache, estaba infuyendo una persona en específico que ahora él consideraba alguien importante. 

Félix tenía un mejor amigo, un joven igualmente australiano que vivía a solo unas horas de diferencia de su ciudad, el muchacho estaba próximo a recibirse como psicólogo y había tomado las riendas del aspecto emocional del más pequeño al comenzar a atenderlo para tratar de sacarlo de aquel bache emocional. 

Él no conocía al tal Christopher, pero lo cierto es que estaba realmente agradecido con él por aparecer en el momento justo para sacar a su novio de la sombra de su tristeza. 

—. ¡Jinnie! — Hyunjin se sobresalta y accidentalmente derrama sobre la encimera la cucharada de café instantáneo que pretendía poner en su taza, estaba preparándose el desayuno, y realmente estaba esperando que su novio lo recibiera con aquella carita adormilada y la voz suave por haberse recién despertado en el momento en el que decidió responder su inesperada videollamada. 

Tras escuchar su voz animada, el rubio se asoma hacia la cámara completamente sorprendido, y esboza una sonrisita confundida mientras limpia el pequeño desastre que ha hecho en la encimera, probando una nueva oportunidad para prepararse su café. 

—. Te tengo una buena noticia. — Habla el azabache, sonriendo con amplitud y comiendo un tazón de cereales. 

El mayor lo mira con cierta duda y se acerca el celular mientras bebe el primer trago de su café de la mañana. — Debe ser muy buena, tienes la energía en el techo. 

Magnolia ❞. ₊ [ HyunLix ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora