Chapter Twenty Two : Chaotic Storm.

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Hyunjin marca una equis en su calendario aquel día por la mañana, ha estado tachando los días con un marcador de un color triste y aburrido desde que Félix se marchó a Australia, y ha pasado exactamente un mes y medio desde que eso sucedió.

Las cosas no marchan exactamente bien, al menos no desde su punto de vista, y comienza a sentirse bastante preocupado con respecto a lo que le está pasando a su relación con el pecoso.

Recientemente hablan muy poco, Félix está seriamente aislado, y ha dejado de enviarle mensajes mañaneros de buenos días, cosa que claramente le hace falta.

Ellos tenían una costumbre, una especie de rutina, quien despertaba primero, saludaba, y había sido así desde siempre, incluso en algún punto los mensajes habían comenzado a llegar durante la madrugada debido a la diferencia horaria de Félix.

No obstante, desde que comenzó a notar que el azabache se distanciaba, había estado dándose cuenta de cada una de sus ausencias, y no podía evitar preguntarse si era acaso que él estaba haciendo algo malo.

Ahora eran muy pocas las veces que Félix le hablaba primero, si es que acaso se podía decir que le hablaba, pues solía tardar muchísimo en contestarle y no daba mucha cabida a conversaciones de ningún tópico.

Según él, Félix se encontraba actualmente en un estado en el cual solo estaba esperando a que fuese él quien lo buscara e intentara establecer comunicación, y no era que eso le pesara, sino que la falta de reciprocidad estaba comenzando a fastidiarle.

Si daba la casualidad que por una u otra razón Hyunjin no llegaba a escribirle un día, él no aparecía en lo absoluto, y ya no estaba siendo fácil comprender la situación, pues a pesar de todo, él estaba deseando saber de su novio, demostrarle que estaba atento, mientras que a él podría golpearlo un auto y Félix probablemente ni siquiera se enteraría.

Era frustrante, porque si bien podía no reñir por el hecho de que el menor no le hablara primero, si tenía que quejarse por el hecho de que además de todo no tenía la delicadeza de responderle más de cuatro palabras en un mensaje.

Estaba resultando muy difícil comunicarse con él, y ya estaba comenzando a hartarse de que el menor incluso decidiera solo desaparecer de las redes sociales y no dar una sola señal de vida durante varios días sea que él le haya escrito o no.

La situación lo hacía sentir ansioso, tenía una profunda impaciencia por recibir algún mensaje suyo, y no tardaba ni un minuto en responderle cuando él enviaba un mensaje porque había comenzado a vivir con el teléfono adherido a la mano.

Tal vez Félix no era ni siquiera consciente de lo que estaba sucediendo de ese lado del mundo, con él, con su percepción de la relación, y estaba sintiéndose muy incómodo en torno a ese asunto.

El menor tampoco le estaba tomando las llamadas, las dejaba pasar voluntariamente o a veces solo colgaba, un par de veces llegó a suceder que al ver que Hyunjin no dejaría de insistir en esperar a que él respondiera, hubiese apagado su celular durante algunas horas.

A Hyunjin el estrés lo estaba carcomiendo, y no creía que fuese justo anhelar a que su novio le contestara una llamada para luego pasar tan solo tres o cuatro minutos de conversación, en los cuales Félix se comportaría distante y se dedicaría solo a responder alguna de las preguntas que él le hiciera en lugar de realmente conversar.

Ya no tomaba videollamadas, y lo poco que le hablaba antes de decidir colgar la llamada hacia que Hyunjin sintiera que estaba construyendo un muro entre ellos dos, y eso lo estaba molestando.

No se sentía bien, sobre todo porque él lo extrañaba mucho, porque estaba preocupado por su salud y su estado emocional, y porque su falta de atención lo estaba lastimando.

Magnolia ❞. ₊ [ HyunLix ]Where stories live. Discover now