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𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 11-(+18)

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Noah no había terminado con sus proclamaciones.

—Te deseo —continuó su voz áspera—, llorando de placer en mis brazos.

"Eh..."

Lágrimas límpidas rodaron por sus mejillas, la sensación placentera dentro de ella era demasiado y apenas podía contenerla. Noah lamió sus lágrimas saladas con la lengua.

"Sientes  placer......

Otro jadeo.

"Haré que me ruegues que te golpee todas las noches".

Esto se siente extraño, este no soy yo... No podemos hacer más que esto'. Adele negó con la cabeza y le golpeó el pecho con fuerza con el puño.

Pero cuanto más hacía, más tercas y desenfrenadas se volvían las manos de Noah. Por fin, sus pulgares presionaron contra su pequeño capullo y levantaron su torso.

"Ha..."

Cuando Adele abrió los labios, Noah rápidamente metió la lengua en la boca abierta. Luego la besó salvajemente.

Siguieron ruidos sordos y gemidos placenteros. Cuando él deslizó su dedo fuera de ella, Adele se sintió vacía y sus piernas temblaron inconscientemente.

Pero entonces, algo mucho más grande y más grueso que sus dedos, entró. Estaba tan sorprendida por la repentina intrusión que dejó escapar un grito. "¡Argh!"

Le acarició suavemente el cabello, "Shh... no te preocupes. Ya lo estás manejando bien".

"Es demasiado grande. Ah, ah..."

Muy lentamente, el eje grueso y duro como una roca de Noah entró y su humedad empapada se aferró con fuerza a él.

Adele instantáneamente se sintió llena, con la boca abierta mientras él le acariciaba el pecho para calmar sus nervios.

"No."

"Por lo general, la gente me rogaba para  hacerlo  más rápido. ¿Qué quieres decir con 'no', cuñada?"

"Oh..."

Cuando finalmente se empujó todo de él hasta la empuñadura, Adele exhaló pesadamente.

El aliento de Noah era cálido mientras acariciaba su piel. Miró hacia abajo a sus partes femeninas, afortunadamente, no estaba completamente desgarrada. El único problema era que estaba demasiado apretado.

Miró a Adele. No parecía que tuviera dolor porque frotaba mucho su piel contra la de él. Estaba sorprendida ya que esta era su primera vez, pero aun así, no pudo evitar decir: "N-No te muevas..."

Adele jadeaba con fuerza debido al enorme apéndice que llenaba sus entrañas. Noah sonrió pero permaneció inmóvil.

Cuando ella aprovechó la oportunidad para retirarse astutamente a la cabecera de su cama, él la agarró por las anchas caderas, obviamente sin dejarla escapar.

Se escuchó un sonido ahogado, "¡Mmnff!"

"No te muevas". Noah le devolvió las palabras.

"Se escapará".

Ella se quejó: "Ya lo pusiste, es suficiente".

Una sonrisa atravesó el rostro de Noah y abruptamente tiró de sus caderas hacia abajo. Cuando su apéndice volvió a entrar en su abertura, Adele sacudió la cabeza apresuradamente.

"Parece que no sabes cómo tener sexo".

"Puaj..."

"Entonces te enseñaré".