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𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 32 🔞

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Su mano levantó la pelvis de Adele. En un instante, sus caderas colgaban muy arriba y su rostro presionaba firmemente contra la cama. Se mordió el labio ante su vergonzosa postura. ¡Ah, esperaba que esto terminara pronto!

Adele no sabía por qué estaba enojado ni qué quería decir, pero quería que el acto terminara rápidamente. Noah agarró su pelvis y comenzó a empujar agresivamente dentro de ella.

Esta vez fue muy rudo, a diferencia de la noche anterior, donde fue gentil y tocó suavemente sus paredes internas y las estimuló.

Cuando él seguía pinchando esos sensibles puntos dulces que la excitaban inmensamente, todo el cuerpo de Adele no tuvo más remedio que reaccionar eróticamente. Un gemido de placer salió de sus labios.

"Levanta más la espalda". Noah presionó la parte inferior de su estómago con sus ágiles dedos. “Te llenaré pronto. No bajes la espalda”.

¡Bofetada!

Se escuchó un sonido nítido cuando la mano de Noah hizo contacto con su suave trasero. No fue doloroso, más bien, se sintió deliciosamente estimulante. Pero fue tan vergonzoso que Adele se mordió el labio y enterró la cara en la cama.

“¡Ah, u-uh!”

Mientras su enorme erección la atravesaba sin piedad y se movía libremente, un placer estimulante comenzó a extenderse por las piernas de Adele. Sus piernas se debilitaron y tuvo que bajar la postura para sostener su cuerpo. Al notar sus movimientos, Noah le dio una palmada en las nalgas una vez más.

"Mi esposa, ¿tendrás a mi hijo?"

El brazo de Adele tembló. Al mismo tiempo, Noah sacó su erección por completo y la volvió a meter de inmediato. Ella gritó de dolor.

"¡Ah!"

"¿Cómo no puedes soportar esto?"

¡Bofetada!

Cuando la palma de Noah golpeó su cadera, Adele naturalmente apretó su hormigueante núcleo. Gimió al sentir que su miembro era apretado con tanta fuerza y embestido aún más fuerte. Ella babeó ante la sensación desconocida.

“Ja, ah, eh…”

“Debes amarlo. Pero cariño, no aprietes demasiado”. Noah sonrió con aire de suficiencia y gruñó unas cuantas palabras más. "Menos mal que mi hermano ya está muerto".

"..."

“Murió sin saber que su esposa estaba disfrutando del sexo con su propio hermano”.

Ante las palabras de Noah, Adele resbaló y cayó sobre la cama. Noah intentó agarrar su pelvis nuevamente, pero sintió que su cuerpo temblaba y detuvo su mano. Sintiendo algo extraño en ella, Noah intentó darle la vuelta, pero la mano de Adele fue más rápida.

¡Bofetada!

Las mejillas de Noah se enrojecieron. Él arrugó la frente y la miró. Adele tembló, su mirada era aterradora, pero dijo lo que quería decir.

"Q-quítame las manos de encima".

"..."

Ella sollozó: “Ya te lo dije, no me insultes”.

Noah bajó la mano. Entonces Adele se cubrió con los brazos y se giró para mirarlo. Lágrimas de resentimiento corrieron por sus mejillas.

“No me trates mal. ¡No soy algo que puedas manejar mal como quieras!”