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𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 53

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Los oídos de Adele parecieron arder ante el sonido de la risa baja de Noah y le dio un ligero codazo.

Tsk.

Adele rápidamente recordó sus recuerdos: "Gracias, pero ¿cómo supiste que estaba aquí?"

Su ceño se arrugó.

"Estaba caminando por la zona cuando su criada vino a pedir ayuda".

Noah miró a Lina en señal de advertencia y la criada dudó en hablar. Esto se debió a que Noah fue quien apareció primero, como si hubiera estado esperando a que Adele regresara cuando ella entró al callejón.

Sin embargo, después de trabajar diez años como sirvienta, lo básico era estar atento a las emociones del maestro. Por lo tanto, Lina simplemente sonrió suavemente en silencio y asintió con la cabeza.

Incluso si estuvo mal, ¡es deber de una criada creer que está bien!

Sin embargo, Noah frunció el ceño y le dijo a Lina.

"¿Por qué no estabas con la dama antes?"

Adele rápidamente agitó las manos: “Le dije que no me siguiera antes. No es culpa suya”.

Su ceño se hizo más profundo: “¿Qué te habría pasado si yo no estuviera aquí? Ni siquiera tienes un solo guardia contigo”.

Cuando él estaba ocupado regañándola, Adele hizo un puchero de vergüenza. Era oneroso estar siempre acompañada por un caballero, habría estos hombres grandes y fornidos siguiéndola a dondequiera que fuera. Pensó que no tendría ningún problema para caminar por la ciudad porque siempre estaba llena de gente y había policías militares patrullando en cada esquina.

A menos que entres en el callejón que conduce a los barrios marginales.

Quería abofetearse y reflexionó sobre su tonto comportamiento de seguir a extraños sólo para escuchar su conversación. Al ver el rostro de Adele angustiarse, Noah dejó escapar un suspiro.

“Nunca vuelvas a caminar solo. Ahora vámonos”.

Noah, naturalmente, rodeó los hombros de Adele con sus brazos. Estaba avergonzada, pero no le apartó los brazos. Cuando salió del callejón, las animadas y bulliciosas calles se sumieron en el silencio.

Las mujeres que caminaban por las aceras miraron el rostro de Noah y se sonrojaron. Adele sintió sus miradas escrutadoras y trató de alejarse de él, pero Noah solo la acercó más.

“Puedes regresar al castillo primero. Todavía tengo algo que necesito comprar”.

“¿Qué pasa si vuelves a encontrarte en peligro?”

Adele se tambaleó, "Err... lo que pasó antes fue porque fui allí sola..."

Noah hizo una pausa y la miró fijamente, como diciendo: "Ese es exactamente mi punto".

Adele no pudo reprender su mirada significativa; después de todo, estaba equivocada.

Noah avanzó, guiándola con sus brazos y dijo:

“Vayamos juntos. ¿Que necesitas comprar?"

Ante sus palabras, Adele rápidamente se escapó de sus brazos y caminó delante de él.

“Voy a comprar un vestido nuevo para la próxima cena. Los hombres no tienen ningún interés en esto, así que puedes regresar al castillo primero. Buscaré a mi alrededor... ¡ah!”

Adele tropezó hacia atrás ante la repentina afluencia de gente. Se quedó perpleja al ver una multitud de ellos corriendo hacia la entrada de la calle. Adele fue arrastrada por las masas en movimiento y tambaleó contra la pared. Entonces Noé circunnavegó entre la multitud y la abrazó firmemente.

"Como dije, deberíamos ir juntos".

Una compañía de circo apareció más detrás del despistado Noah y la multitud continuó corriendo apresuradamente hacia las calles. Todos querían estar al frente.

Fue caótico.

Tsk.

Noah chasqueó la lengua y apoyó la mano contra la pared detrás de Adele. La sostuvo en sus brazos, evitando que la veloz horda se abalanzara sobre ella. Noah estiró su cuello hacia arriba y usó su ventaja de altura para descubrir por qué estas personas se habían reunido de repente. Obviamente Adele sabía por qué porque ya los vio.

Mientras él estaba ocupado con su investigación, Adele escudriñó en silencio sus rasgos.

Era un rostro hermoso, cuanto más lo miraba, más lo admiraba. Recordó que su corazón se aceleró cuando lo vio por primera vez. ¿Pero fue sólo una vez, en aquel entonces?

No, su corazón todavía palpita cada vez que ve su rostro, cada vez que Noah la mira con sus ojos suaves y gentiles.

Ella inmediatamente se puso nerviosa y rápidamente giró la cabeza para evitar su mirada.

Sin darse cuenta de sus tumultuosos pensamientos, Noah movió la cabeza para poder verse a sí mismo en los ojos de Adele. Se vio obligada a hacer contacto visual con Noah. Haciendo caso omiso del clamoroso ruido de fondo, habló: “¿Dónde aprendiste a disparar un arma?”

"¿Lo siento?"

Habló más alto: “Tus habilidades de tiro son excepcionales. Tu puntería es buena y tu forma es bastante satisfactoria”.

"Oh." Adele sonrió al recordar su infancia.

“A menudo vienen forasteros al castillo. Entonces, incluso si soy mujer, mi padre consideró adecuado que aprendiera a usar uno. Dijo que una mujer debería poder protegerse a sí misma”.

"¿Lo aprendiste de mi suegro?"

Suegro. Le dijo a su padre, que tenía un estatus inferior al de él, un título digno. Adele se sintió interiormente feliz con esto y su corazón latía con fuerza.