ALMA "Un Secreto Nocturno" (Completada en Edición)

Capítulo 21: "El principio de un despertar"

"...No debo dejar que nadie sepa quién soy, nadie debe saber de dónde vengo ni lo que hice...y ella no debe recordar quien es, sé que volverá...ellos siempre la van a atraer..."

Anónimo

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Capítulo 21:

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Con el cuerpo tembloroso y mis manos aferradas al bolso que guardaba la daga y las otras demás cosas, sostenía la respiración para no ser descubierta por aquella mujer en la que ya no podía confiar para nada.

Y decir que esa mujer había sido la que tanto había admirado en estos años en el convento, a quien miraba y observaba como mi madre. Una que no me abandonó pero ahora había oído decir que sería capaz de encerrarme en una habitación que podría matarme.

¿Tenía miedo? Si y aunque quería gritar le rezaba en mis interiores a ese dios del que tanto me habían hablado pero nunca me había ayudado para que me dejara salir de este lugar.

Vi su pie asomarse por un costado de la estantería que me cubría, estaba perdida hasta que se escuchó un ruido que retumbó en las paredes de la biblioteca. Un ruido tan grande que todos mis sentidos se agudizaron inmediatamente.

Ella se regresó yo caminé a la esquina y me asomé para verla parada delante de quien menos esperaba: Abigor.

—Ni se te ocurra tocarle un solo pelo —Dijo serio al lado de un estante de libros tirado completamente en el suelo.

—Que pasa Abigor ¿Ahora te preocupas por ella? Hace 8 años nunca te había interesado, decías que esa no era tu Alma.

Él se veía realmente enojado y de sus labios salían unos ligeros colmillos que nunca había visto.

—Si le tocas un solo pelo, lo contaré todo...contare todo lo que le estás ocultando a las doncellas y quien eres realmente.

— ¿Seguro, Abigor? —La madre superiora lo miraba desafiante y hablaba relajada.

—Tócale un solo pelo y verás de lo que soy capaz...

— ¿Ya le dijiste quien es el responsable de la muerte de su mejor amiga y de las otras dos doncellas? —Dijo y sentí que algo en mi pecho se apretaba. — ¿Qué pasa si lo descubre?

Él se quedó callado, su expresión mostró miedo y confusión como cuando alguien tiene un secreto que podría destrozarlo todo. Yo sentí que mis ojos se aguaron sentí que mi estómago se asqueaba.

—Regrésate a los pasadizos, si me entero que la estás viendo no dudaré en hacerle una linda historia de asesinatos nocturnos...

Yo ya no soporte oír ni un solo instante más, abrace el bolso con fuerza y antes de que me lograran ver salí corriendo de la biblioteca. Mi cabeza era un lío y mi corazón un maldito desastre, apenas entre al cuarto mis oídos pitaron con fuerza y todo me dio vueltas.

Unos tacones resonaron en mi cabeza y el sonido de unos gritos también.

Sentía que mi cabeza iba a explotar todo me daba vueltas todo sonido se volvía un dolor de cabeza para mí, desde los pasos de las doncellas en los pasillos hasta el reloj de la pared.

— ¿Alma? —La voz de Francella se aproximó hacia mí pero no podía abrir mis ojos los mantenía cerrados con fuerza.

Camine como pude, mis pies se movieron con dificultad hacia la cama, me senté y sostuve mi pecho poniendo la bolsa a un lado de la cama.

—Joder te dije que fueras directamente a enfermería

—No puedo —Mire a Francella —Ya no quiero estar aquí...este convento este lugar...