Sin recuerdos de mi infancia y sin saber porque mis padres me abandonaron en un convento a mis ocho años de edad, crecí con una Biblia abrazada a mi pecho y faldas que tapaban mis rodillas.
No tacón
No maquillaje
No hombres
Eran unas de las muchas l...
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Ahora si comencemos....
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Capítulo 24: Narra Jilaiya .
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A estas alturas de la historia se estarán preguntando como fue que yo me enamoré de Alma... pues yo no lo hice, fui el único que más que enamorarse se obsesionó con ella de una forma inhumana, una forma que llegó hacer incluso hasta mortal...
El viento resonaba entre las tumbas del cementerio donde me encontraba sentando bebiendo y comiendo la sangre y carne de un brazo ya sin vida. Con mis manos y bocas manchadas estaba sentado sobre una piedra cuando vi salir de una de las muchas puertas del laberinto a mi hermano menor con cara de querer matar a alguien.
Debía aceptar que nunca me habían agradado ninguno de mis hermanos, uno era el idiota heredero del trono cuando papá muriera por lo que me trataba como su sirviente, como un pero a seguir las ordenes... y el otro el malcriado de mamá, por siempre haber sido el más hermoso. Mientras, yo, era el desprecio de mi madre y mi padre desde que en la adolescencia surgieron mis poderes y deseos, terminando por comerme a una de las sirvientas de castillo, pero a pesar de eso ver a Abigor así me despertó cierta curiosidad...
Tire el brazo hacia un lado y limpie mis labios con la manga blanca de mi camisa ensuciándola de un rojo metálico.
— ¿Abigor? —Camine hacia el a lo que me soltó uno de sus ataques con sus garras, me hubiera cortado en cinco tiras si no hubiera reaccionado a tiempo y saltado hacia atrás —Oye cuidado, hermano yo no te he hecho nada.
—Maldito sea Samael me las va a pagar lo juro... —Gruñía serio.
— ¿Que hizo Samael para que te pusieras así?
—Él es un idiota, me tendió una trampa para separarme de Alma...
—Wow ¿Aún seguías con nuestra prima? —Quede sorprendido en lo que lo miraba.
—Sí, seguíamos juntos, pero ya n, todo por culpa de ese imbécil y como si fuera poco me la ha quitado ahora están juntos.
— ¿Samael novio de alguien... y de nuestra prima? Ja —Solté una carcajada —No sé si reírme o creerlo.
—Deberías ir tú mismo a la habitación y verlo con tus ojos.
— ¿Y qué piensas hacer? —pregunte lamiendo la sangre de mis dedos.
—Primero que todo tenemos que descubrir que carajos hay detrás de todo esto y por último recuperar a mi chica.
—"Tenemos" me suena a más de uno ¿Que te hace pensar que te voy a ayudar?
