Una androide creada para enamorar, pero no para enamorarse y otro androide dispuesto a matar, pero jamás a dar su vida. Ella, una divergente condenada a existir en un ciclo en el que no puede morir y tampoco vivir. Pero nada será lo mismo luego de c...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Con el arma entre mis manos, había logrado poner fin a esa pelea que no iba a ningún lado; observo a los dos androides frente a mí, eran idénticos como dos gotas de agua. Sin embargo había un pequeño detalle que no pasó desapercibido por mis ojos, aunque ambos se mostraban desaliñados, noté que uno de ello usaba una cadena igual a la mía, no obstante necesitaba una prueba más para reafirmar lo que me imaginaba.
—Bien hecho Angie.— elogió con voz suave aquel que podría ser mi Connor.
—No lo escuches, no tenemos tiempo para esto. Angel dame el arma y regresemos a Jericho. Soy yo, el verdadero Connor.— al escucharlo reafirmaba más mis sospechas que este era podría ser el farsante. Entonces coloco el dedo sobre el gatillo apuntándole a este. Pero ¿y si me equivoco? La pregunta y la inseguridad me frenaba a tomar la decisión.
— Haznos una pregunta. Algo que el verdadero Connor sepa. — dijo el androide de cadena plateada, mostrando gran seguridad. Me parecía una excelente idea, aunque debía ser astuta ya que ambos tenían los mismos recuerdos, con la diferencia que los sentimientos despertados serían muy diferentes.
—¿Cuándo te volviste divergente?— le pregunté al de mi derecha.
—Hace meses, fue en el momento que ví como un hombre intentaba abusar de tí. Lo maté porque quería defenderte.
Eso era cierto pero su forma de responder no me convencía, me parecía algo carente de emociones. Entonces apunté con el arma al otro androide, suponiendo que este fuera el que respondiera de forma más convincente.
—¿Por qué me había negado a tener una relación contigo?— era una pregunta algo más difícil que la anterior, sin embargo sabía que el verdadero Connor sería capaz de acertar en su respuesta.
— Porque tenías miedo— contestó enseguida con el rostro serio viéndome a los ojos —miedo de lo que estabas sintiendo por mí, temías darte la oportunidad de enamorarte y ser feliz porque creías que saldría mal— continuó, podía notar el sentimiento en su forma expresarse— En este momento, sé que temes a equivocarte y matar al verdadero. Pero tienes que confiar en tí misma.
— Yo; justo iba a decir lo mismo, no lo escuches Angel— habló el otro RK con un tono claramente nervioso. Fué cuando decidí seguir el concejo y confiar en lo que sabía desde el principio, y por mis inseguridades no había dado el paso.
Pero ya no tenía dudas, por lo que sin pensarlo más apunté a su cabeza y apreté el gatillo, dejando una marca azul en su frente a causa de la bala. Su cuerpo calló desplomado al suelo, Connor lo miro momentáneamente y luego queda viéndome con una pequeña sonrisa, mientras nos acercamos el uno al otro.
— Tú nunca dejas de sorprenderme, desde el principio sabía que eras tú pero la inseguridad me impedían actuar.— musité de forma apenada reconociendo todo lo que había señalado. — Odio ser así.
Sus brazos rodearon mi cintura quedándonos un rato abrazados, cierro los ojos mientras le acariciaba la espalda apoyando mi cabeza en su pecho.
