Una androide creada para enamorar, pero no para enamorarse y otro androide dispuesto a matar, pero jamás a dar su vida. Ella, una divergente condenada a existir en un ciclo en el que no puede morir y tampoco vivir. Pero nada será lo mismo luego de c...
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Miro con tristeza el paisaje nevado por la ventana después de haber perdido la señal de mi dispositivo LED, lo más probable es que sea obra de Cyberlife, de algún modo se las deben haber ingeniado para cortar la señal telefónica de mi sistema. Siempre supe que ellos tenían cierto control sobre mí, pero nunca he pensado hasta que punto. Esta situación parecía volverse más preocupante para mí, quién sabe que más sean capaz de hacerme; esa idea me aterraba.
—¿Estás bien ahí?— preguntó la chica sacándome de mis pensamientos. Miro hacia delante viendo sus ojos reflejados en el espejo retrovisor.
—Sí— respondí mientras volvía a mirar hacia la ventana.—¿Su casa está muy lejos?
—Ya estamos llegando— dijo sin dejar de ver la carretera, moviendo el volante para esquivar algunos autos.
—¿Por cuánto tiempo estaré escondido?
—No lo sé, supongo que hasta que la situación se calme te quedarás conmigo.
—No puedo esperar tanto, pasaré solo esta noche en su casa, pero al otro día me voy.
—Connor la policía de Detroit y CyberLife te están buscando y lo sabes. ¿A dónde piensas ir?
—No sé, pero no puedo quedarme esperando de brazos cruzados— mi voz sonó un poco más fuerte que de costumbre. Realmente deseaba volver a Jericho y reunirme con Angel, pero evito revelar mis intenciones.
—Te van a destruir si te encuentran.
—Me da igual— mascullo cruzando los brazos frunciendo levemente el ceño.
—Pensé que temías a morir, si no es eso entonces ¿qué es lo que te tiene así tan preocupado?— preguntó mostrando interés. —¿Es Angel?—dedujo haciendo que mi corazón sintético se contrajera de solo escuchar su nombre. Suspiro y me quedo en silencio apoyando mi cabeza a la ventana. Obviamente era eso lo único que me preocupaba, incluso más que mi propia vida. —Yo nunca llegué a conocerla, pero, entiendo lo que sientes, sé lo que es amar a alguien por encima de cualquier cosa. Pero ahora debes centrarte en tí, si de verdad deseas volverla a ver.
—Tengo esperanzas de volverla a ver, y es por eso quiero seguir vivo— las palabras escaparon en ese momento de vulnerabilidad emocional que me encontraba.
—Entonces haz las cosas bien, haz que tu esfuerzo no sea en vano.
Mis labios se curvan forzando una sonrisa luego de escuchar sus palabras. Pasados unos pocos minutos Layla se estaciona frente a una pequeña, pero lujosa casa.
—Ya hemos llegado—Desabrocha su cinturón de seguridad y sale del auto. Hago lo mismo y observo a todos lados asegurándome que nadie nos siguió hasta aquí.
Avanzo detrás de ella hasta adentrarme en el salón. Todo estaba muy bien ordenado, tal vez demasiado. Tenía una extraña sensación que no sabría identificar, sería miedo o desconfianza.
