31 Bad liar

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Después de aquella explosión a mis espaldas, me había quedado viendo desde la distancia al grupo de androides, incluyendo a Markus quien debí haber eliminado, y por culpa de aquella androide rubia que iba con él no pude hacerlo

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Después de aquella explosión a mis espaldas, me había quedado viendo desde la distancia al grupo de androides, incluyendo a Markus quien debí haber eliminado, y por culpa de aquella androide rubia que iba con él no pude hacerlo. Escucho unos pasos detrás de mí, pero me mantenía con la vista al frente. El señor Perkins se detiene a mi lado, podía sentir el peso de su mirada y la tensión en el ambiente.

— Míralos. Huyendo como ratas.— comentó con un tono de desprecio.

— Señor el barco se hunde— dijo un guardia detrás de nosotros.

—Den la orden de evacuar.— gesticuló con una mano.

—Como usted diga— el hombre se retiró mientras se comunicaba con los demás.

—Esto no termina aquí.— murmuró con voz ronca. — En cuanto a tí, pudiste haber detenido al líder de los divergentes, no sé porque no lo hiciste.

— Yo no...— me disponía contarle lo que pasó pero fui interrumpido.

—Callate, no te pedí explicaciones.— expresó con desdén— Aún tienes otra oportunidad de hacer las cosas bien y más vale que no vuelvas a fallar. Ve a esta dirección— me entrega un papel con la ubicación anotada. — Ahí guardan algunas armas y biocomponentes, posiblemente alguien valla a buscarlo. Tú misión será eliminar a ese alguien. Ahora piérdete de mi vista, estúpida máquina.

— Sí señor.— asentí y me giré sobre mis talones para buscar la salida.

—Cuando acabes, vé a la Torre de CyberLife. — dijo antes de que pudiera alejarme más.

Avanzo por mis propios pies hasta una zona céntrica de la ciudad para tomar un taxi hasta esa dirección. Finalmente pasado un tiempo me encontraba frente a una casa, la cual observaba detenidamente desde afuera para asegurarme que no hubiera nadie. Avanzo con cautela hasta detenerme frente a la puerta, que por alguna razón se abre automáticamente; "bienvenido Connor" escuché la voz mecánica que extrañamente me reconocía. Inseguro doy un paso al frente, adentrándome en la oscuridad del salón, sin embargo sabía el camino sin necesidad de encender la luz o activar mi visión nocturna. Localizo el sofá y tomo asiento en él, meto una mano en el bolsillo para sacar mi arma. Me aseguro que está cargada y la sostengo entre mis manos, mientras miro a través de una ventana las luces y sombras del exterior.

Existía en este lugar una percepción de familiaridad que desafiaba toda lógica, como si cada mueble, cada rincón, cada sombra evocara recuerdos que yacen enterrados en lo más profundo de mí. Me esfuerzo por recordar quién fui antes, pero no encuentro nada.

Tengo la sensación de haber sido feliz aquí, haber compartido risas y lágrimas con alguien, que una vez llenó estos espacios con su presencia. Sin embargo, el rostro, la voz, el nombre de esa persona se niegan a materializarse en mi mente. Es como si una fuerza externa se empeñara en borrar esos recuerdos, dejando apenas un rastro difuso de lo que una vez existió.

Connor's SecretWhere stories live. Discover now