Capítulo 27: Un desastroso inicio de cumpleaños

3.1K 363 126
                                    


DAMIÁN

Apenas entramos al departamento Rayo salió disparado a la sala y comenzó a maullar cuando vio que Violet venía conmigo. Ella de inmediato se agachó a acariciarlo y él a lamerle las manos. Me reí cuando se acurrucó entre sus brazos como un bebé.

—Espero que Cayden te haya cuidado bien —me dirigí a Rayo y Violet alzó la mirada sorprendida.

—¿Lo cuidó él?

—Y Jules.

—¿Ya son amigos de nuevo?

—¿Amigos? Nunca —fingí asco y ella se rio.

El departamento se veía mucho más iluminado con Violet ahí, ignorando el hecho de que su cabello platinado se reflejaba en todos los sitios de colores claros.

—Bueno, pero al menos se pusieron de acuerdo con algo —comentó, positiva.

—Él se ofreció a cuidar de Rayo. No se lo pedí yo —continué mi camino hasta mi habitación para desarmar el bolso que había llevado. Escuché sus pasos venir detrás de mí.

Dejé el bolso encima de la cama y comencé a sacar la ropa que debía lavar.

—¿Qué te dijeron cuando fuiste a inscribirme a la academia? —estaba apoyada en el marco de la puerta, observándome.

—Que las clases comenzarán en septiembre y que probablemente te llamen para algún taller de verano antes de entrar.

Mi corazón dio un brinco.

—¿Y sobre el concurso que la profesora quería que te inscribieras?

Me giré hacia ella.

—No me pidas tanto.

—¿Y si busco las bases? ¡Tal vez es un buen premio!

—Violet...

Mi voz se cortó cuando desapareció de mi campo de visión y corrió por el pasillo seguramente a abrir su laptop y buscar las bases del concurso. No sé cómo lo consiguió tan rápido, pero quince minutos después regresó hasta mi habitación con el notebook entre sus manos y comenzó a leer en voz alta.

—Ser mayor de dieciocho años, textos cortos y de autoría propia, entregar los textos impresos...

—Violet —sonreí, observándola. —No voy a participar de...

—¡Premios! —alzó la voz, de buen humor. —Primer lugar: 1.500 euros y una publicación de primera plana en el periódico nacional. Segundo lugar: 500 euros y una mención honrosa en el periódico nacional. Tercer lugar: Diploma de honor por haber participado.

—¿1.500 euros? —me sorprendí.

La vi mover sus cejas de arriba hacia abajo, sonriente, y yo negué con la cabeza.

—Reconoce que es una buena idea, escribes genial, Damián.

—Por el premio, sí. Por mi escritura, no.

—Entonces hazlo por el premio, quizá te lleves una sorpresa... ¡Premio doble!

Me reí.

—Lo pensaré.

Sus ojos miraron la pantalla nuevamente.

—De acuerdo, tienes... exactamente tres días para pensarlo.

—¿Y qué enviaré?

—La recopilación de cartas —habló con sencillez.

Resoplé.

Cuando tus ojos me mirenWhere stories live. Discover now