Los olvidados

Capítulo 9

Nota: LAN QIREN NO TIENE BARBA. REPITO, LAN QIREN NO TIENE BARBA. NO BARBA.

Wei Wuxian no sabía qué debía hacer exactamente hoy, el día después de su agresión sexual. No tenía que trabajar ni hoy ni mañana. Dos días libres seguidos. Se sentó en la cama, sosteniendo sus rodillas. "El bebé está vivo solo por la misericordia de Dios", le dijeron los médicos, y la mirada que le dieron hizo que Wei Wuxian se sintiera más culpable. "¡Debes tener más cuidado de ahora en adelante! De otro modo, ese bebé no sobrevivirá por lo que queda del embarazo".

A Wei Wuxian se le habló como si no hubiera pasado probablemente por el segundo evento más traumático de su vida. Nadie le pregunta quién lo hizo, o cómo sucedió. Simplemente se aseguraron fríamente de que el sangrado se detuviera, le proporcionaron algunos medicamentos para tratar cualquier infección adicional y le enviaron pruebas para detectar alguna enfermedad venérea. "No puedo darte nada para el dolor", le dijo el médico, levantando una ceja cuando Wei Wuxian pidió ayuda, estaba magullado y destrozado allí, le dolía mucho si estaba de pie, sentado o acostado en cualquier posición. "Podría afectar la salud del bebé", eso fue suficiente para callarlo. Wei Wuxian no quería eso, casi lo mata ya debido a sus malos deseos.

Así que hoy se ha quedado solo en casa, en este agujero de mierda, con la nevera llena hasta el borde con comida. Por primera vez, Wei Wuxian no tiene hambre. Nunca pensó en esto, pero en momentos como los que estaba viviendo, realmente deseaba poder ver a Lan Wangji. Él no es el mejor esposo, tampoco lo es Wei Wuxian, pero están tratando de sobrevivir como dos individuos que tenían algunas cualidades en común: eran pobres y sus familias los odiaban, también tenían muy mala suerte y estaban a punto de tener un bebé.

Aún así, a Wei Wuxian le gustaría que estuviera aquí ahora mismo. Lan Wangji nunca lo amará, y si Wei Wuxian alguna vez lo hizo, no quedaba nada de ese amor, sin embargo, sabe que puede confiar en él, Lan Wangji era la única persona con la que podía mostrarse tal cuál era, es por eso que grita, e insulta cada vez que se enfrentan, Lan Wangji hará lo mismo cuando pierde la paciencia. Están llenos de miedo, dolor y resentimiento. Tan hartos el uno del otro y eran raros los días en que podían estar en paz por unas pocas horas, si el otro respiraba demasiado fuerte o estornudaba, eso era suficiente para que comenzara una batalla.

Hoy, si Lan Wangji suspira demasiado fuerte, estaría bien, Wei Wuxian no le dirá nada, se quedará callado, piensa, mirando hacia abajo, abrazando sus rodillas, controlando el nudo que se forma en su garganta y los deseos de llorar. No dirá nada si Lan Wangji regresa antes de su viaje de negocios, aun así, no importa cuánto mirara la puerta, nadie entró por ella.

...

Nie Mingjue no puede contactar a Lan Qiren de inmediato. En primer lugar, porque no tenía una línea directa para ser llamado, ni ninguna red social para enviar un mensaje. Nie Mingjue se moría por decir ¡Hey! ¡Adivina qué! ¡Acabo de encontrar a tu mocoso! ¡Parece una mierda, pero creo que va lograrlo si lo llevamos al hospital! ¡Por supuesto, esa no es la única razón por la que Nie Mingjue se aseguró de que Lan Wangji fuese llevado de emergencia al mejor hospital! ¡No era para ganar el favor de Lan Qiren y hacer que le debiera algo para luego cobrarse! ¡Claro que no!

Nie Mingjue no era Wen Ruohan, y aunque deseaba a Lan Qiren, nunca se impondría para obtenerlo y no se metería con su familia para chantajearlo. Wen Ruohan había hecho eso toda su vida, no funcionó, porque todos sabían que tan pronto como Wen Ruohan muriera, Lan Qiren volaría de sus garras.

'' ¿Y? ¿Se va a morir o no?'' Nie Mingjue preguntó con impaciencia y claramente preocupado hasta la muerte por esa posibilidad. No estaba usando a Lan Wangji para tener el favor de Lan Qiren, pero definitivamente no quería ser él quien le diera la noticia, no iba a decir: Creo que maté a tu sobrino porque pude o no, causarle una crisis. En mi defensa, el niño ya estaba roto cuando lo encontré. ¡No, no! No podía. Lan Qiren nunca lo perdonará si algo le sucedía a su preciado sobrino. "¡Hable!" Se puso nervioso cuando el médico solo lo miró, parecía estar preocupado. ¡Se supone que los médicos no deben verse así! ¡Son médicos, deberían saber mejor que asustar a los familiares que esperan noticias!