Los olvidados

Capítulo 12

santa cachucha ya dijo la frase

Los olvidados

Capítulo 12

Lan Qiren irrumpe en dirección a la habitación de Lan Wangji, con su corazón latiendo furiosamente en su pecho. Después de más de una década, finalmente podrá ver a su hijo. No encuentra a Nie Mingjue en la entrada como esperaba, pero sí a dos guardaespaldas que mantienen el pasillo cuidadosamente protegido de cualquier extraño, todos se inclinaron respetuosamente en su dirección, y en cualquier otro día, puede haberlos saludado como suele hacerlo, pero hoy ... No podía.

Con una mano temblorosa empuja la puerta para abrirla de par en par y encuentra a quien pensó que nunca volvería a ver. "¡Vamos niño! ¡No lo hagas más difícil, solo te lastimarás a ti mismo!" Nie Mingjue se encuentra con sus brazos envueltos alrededor de los hombros y el torso de Lan Wangji, tratando de llevarlo de vuelta a la cama, y su hijo, tan herido, tan enfermo y exhausto, sigue siendo tan terco como el infierno y se ha estado despertando brevemente cada que tiene un poco de energía, haciendo un gran esfuerzo para levantarse. "¡Llamaré a una enfermera, por favor espera ...!"

'' ¡No! ¡Wei Wuxian! '' Dice con dificultad para respirar. '' Mi bebé '' Lan Wangji puede estar perdiendo una batalla contra la enfermedad que le diagnosticaron desde que era un niño, pero necesitaba hacer un último intento para hacerle saber a Wei Wuxian que tenían que huir, en caso de que Lan Wangji muriera, Wei Wuxian debería conocer las contraseñas de su cuenta de ahorros, donde almacenó el dinero de manera segura, El fondo para su bebé que evitaría que se murieran de hambre al menos los primeros meses.

Él... reconoce que no compartió ninguna de sus cuentas bancarias con Wei Wuxian. ¿Cómo? Ni siquiera sabía cómo usar un cajero automático, y Wei Wuxian no tenía ninguna cuenta bancaria tampoco, Madame Jin solía pagar a sus empleados en un sobre con algunos billetes, esa vieja era tan miserable que a veces pensaba que el sobre en sí mismo valía más que el dinero que contenía.

Pero ahora es diferente porque Lan Wangji cree que se está muriendo, siente que se está muriendo, respirar es una mierda tan difícil, como nunca antes, y su corazón ... y las náuseas, desmayándose, la medicina está matándolo. No hay forma de que se despierte para conocer a un bebé que nunca quiso, por eso le atormenta el hecho de que ese bebé pueda tener el mismo destino maldito que Lan Wangji, es el único motivo que lo empuja fuera de la cama.

No deja de luchar hasta que siente un par de manos sujetando sus mejillas. Esas manos son frías pero suaves. Lo siguiente que siente es el aroma familiar que hace muchos años no olía. Lan Wangji mira hacia arriba con los ojos muy abiertos y una cara de sorpresa total, sus cejas subieron todavía más cuando vio a Lan Qiren allí mismo, sonriéndole con los ojos llenos de lágrimas y un sentimiento mezclado entre tristeza y felicidad. "¿Tío?" Lan Wangji dice, deteniendo por un momento su lucha. "¿Eres tú?" Preguntó de nuevo, incapaz de procesarlo.

"Sí, mi niño, soy yo", Lan Qiren tenía tantas cosas que decir: Que en efecto, era él, que nunca lo olvidó y todos estos años siempre estuvo en su corazón y mente, y que lamentaba profundamente no haber luchado lo suficiente para liberarse, y no hubo un solo día en que dejara de amarlo. "Soy yo, Lan Qiren"

"¿Viniste por mí?" y Lan Wangji no suena como Lan Wangji el adulto, el hijo mayor de Lan Qingheng, el paria de la familia Lan, el que todos usan a su conveniencia, despojado de todos los títulos, derechos y bendiciones. "¿Te acordaste de mí?" No, el que habla es el niño, el niño herido que veía impotente cómo le quitaron a su tío para venderlo en otro lugar, mientras su padre los veía, complacido con su dolor.

"Pensé en ti todos los días" Lan Wangji se traga los primeros sollozos, no quiere llorar en público, ya se le considera un alfa débil, no puede hacerles saber que tenían razón. "Nunca podría olvidarte" Pero Lan Qiren siguió hablando y Lan Wangji comenzó a llorar abiertamente mientras dejaba que Lan Qiren lo abrazara fuertemente en sus brazos.