Los olvidados

Capítulo 29

Los olvidados

Capítulo 29

Jiang Fengmian se despierta como cualquier otra mañana. Ya no viven en la mansión principal de los Jiang, pero eso no es de conocimiento público y si alguien viene de visita, el personal había sido dejado con instrucciones de indicar que los señores no estaban disponibles, que dijeran que está de viaje, que está en la oficina y mil y más excusas solo para evitar estar en casa.

No está solo, en su miseria, Yu Ziyuan lo sigue, como siempre lo ha hecho.

Para mantener su mente ocupada y olvidarse de algunas de las cosas que habían hecho y ahora parecían irreparables, estaban instalando un columpio gigante en la casa de Jiang Wuxian. Su nieto ya no está en una fase en la que pueda dormir en cunas o ser atrapado en corralitos de bebé. Ahora debería ser un niño.

Debe ser hermoso, a pesar de los genes de Lan Wangji. Jiang Wuxian era una belleza antes de... "Deja de pensar en eso", refunfuña Yu Ziyuan, desenvolviendo los soportes del columpio. "Tu arrepentimiento no los va a traer de vuelta, ¿sabes?" Yu Ziyuan lo ha aprendido de la manera más difícil. Esto también es su culpa, y de ella, todas las noches ve la carita bonita de Jiang Wuxian, mirándola, suplicando ser amado y protegido.

"Fui yo quien lo echó", dice Jiang Fengmian con tristeza. ''Las cosas que hice...''

"Las cosas que hicimos no se pueden cambiar. Deja de castigarte. Está bien, podemos arreglarlo, él nos aceptará, siempre nos amó, tan pronto como vea cuánto lo amamos también, y todas las cosas que estamos haciendo en su nombre, saltará en una pierna'' Jiang Wuxian ha estado anhelando cinco minutos de atención toda su vida, su alfa tampoco le dio eso, Está claro que estará llorando, agradecido de haber sido finalmente aceptado en una manada. "Está vivo y eso es todo lo que importa"

Jiang Fengmian lo acepta. Es cierto. Mientras estén vivos y Jiang Wuxian esté vivo, existe la posibilidad de reparar su relación. Será difícil, no será agradable, se cruzarán muchas emociones, pero también quiere pensar que hay perdón al final del camino. "Contesta el maldito teléfono, me está volviendo loca", se queja Yu Ziyuan una vez más. Se está recuperando de una desagradable resaca, y escuchar el estúpido y agudo tono de llamada no ayuda.

''¿estarás bien?''

"Creo que puedo manejar un puto destornillador por mí misma, gracias"

Jiang Fengmian sonríe tímidamente y se va a un lugar más apartado. No es una llamada, solo un montón de textos.

Sr. Fengmian, como un acto de buena fe, me complace informarle del paradero actual de su hijo mayor:

¿Perdón?

¿Quién eres?

Solo un viejo amigo tratando de hacer las paces.

A continuación encontrará la dirección del hotel y una foto.

Si es lo suficientemente rápido, podrá encontrarlo a tiempo.

Llevaban aquí tres días seguidos.

¿Es una broma?

En absoluto. Adjuntaré una foto. Fue tomada hoy. Lo siento, está un poco borrosa, no tuve mucho tiempo.

Los dedos de Jiang Fengmian temblaban sobre el teléfono. Ese es su hijo ahí mismo. Parecía asustado, sosteniendo una gran bolsa contra su pecho. Llevaba ropa muy... reveladora, claramente se ve incómodo, y como si esto no fuera lo suficientemente malo, varias mujeres lo bloqueaban y, sin embargo, lo sujetaban del brazo, guiándolo, como si fuera una especie de prisionero.