Cap 10

144 18 2
                                    

Massimo

Verla llorar destrozó algo en mi interior. Ver su magnífica luz titilar en medio de esa oscuridad me dejó de rodillas. Tanto mis tíos cómo mi padre abordaron el tema de su matrimonio conmigo, no estaban muy contentos con mi afinidad por Carlotta, sin embargo, actué tan lógico y frío como se espera de un hijo de Nino Falcone.

Después de un rato ella se quedó dormida, abrazada a una almohada, traté de evitar que mi cuerpo se moviera a través del árbol e ingresara a su habitación, pero mis manos tenían una necesidad insana de tocarla, mis labios clamaban por besarla y mi alma rogaba por reclamarla.

Sin detenerme a pensar en las consecuencias de mis actos, me metí en su cama, atraje su cuerpo hacia el mío y la abracé tan fuerte como pude. Ella abrió sus ojos, y en medio de su somnolencia no me reconoció, por lo que comenzó a forcejear para liberarse de mí; antes de que pudiera gritar, no es que sirviera de algo, estaba sola cómo siempre. Cubrí su boca con mi mano derecha y comencé a decirle palabras tranquilizadoras.

-Shh, princesa. Soy yo, Massimo. No te haré daño. Solo quiero empaparme con tu luz por un momento, la necesito en este momento. ¿Me dejas?

Hay silencio por un momento, luego ella me abraza fuertemente, tanto así, que parece que me va a asfixiar.

-¿Ves luz en mi, Mass? ¿Crees que hay algo así de bueno en mi?

-Si, de entre todas las personas, tu luz siempre resalta ante mis ojos, mantiene en calma mi interior, aleja lo malo.

Ella se acerca más a mi, si es que eso es físicamente posible. Su cuerpo comienza a temblar y me doy cuenta de que está llorando.

-¿Por qué me dices estas cosas?

-Porque las siento Lotta, y ese sentimiento es lo único bonito en mi interior.

Me muevo un poco hacia atrás, le limpio las lágrimas y la beso. Al principio es lento y sensual, luego comenzamos a acariciarnos, nuestras manos se desesperan por sentir el cuerpo del otro. Me encanta la anatomia humana, amo las complejidades de nuestros sistemas, amo la perfección con la que estamos construidos, conozco los puntos de dolor y de placer; pero nada y digo NADA se compara con el reconocimiento de mi mente de saber que estar tocando a esta mujer es la puta cosa más maravillosa y asombrosa que alguna vez haya palpado con mis manos. ¿Cómo esperé tanto para esto? No tengo respuesta mas que decir que soy un idiota. 

Strangelove (Massimo  Falcone y Carlotta )Where stories live. Discover now