Strangelove (Massimo Falcone y Carlotta )

Cap 17

Massimo

Un mes sin ver a Carlotta ha ido drenando todo en mi interior, saber que puede estar en peligro ha sido una inyección de realidad que no quería tener corriendo por mi sistema. Los hombres que mi familia había elegido para la misión partirían en tres días, estaban dejando pasar demasiado tiempo para mi gusto, por eso me pasé todo el tiempo que tuve empacando lo necesario y diseñando mi plan.

Me embarcaré en un viaje por tierra, si todo sale bien no serán más de 9 o 10 horas, eso sin tener en cuenta el maldito tráfico y los imprevistos en la carretera. No importa, aguantaré todo por ella, le fallé una vez, no lo haré de nuevo. Cambiaré de carro cada 3 horas para evitar ser detectado tan fácilmente y alternaré entre vías principales y caminos rurales, incluso había preparado comida para evitar entrar en los restaurantes y que las cámaras me detecten.

Pese a la tregua que teníamos la verdad es que nuestras relaciones eran tensas, lo que nos unía era el interés por desterrar los carteles de nuestro territorio, pero ya ves, nos quieren jugar sucio. Por eso, debo ir en contra de Matvey y su padre, si todo es lo que pensamos, tenerme a mí cómo rehén sería la cereza del pastel.

                                                                    ***

Mi viaje transcurrió sin problemas, demasiado tranquilo para mi gusto, no me gustaba esa sensación que se estaba gestando en mi interior, algo no estaba bien pero no podía precisar qué.

Estaba cansado, no había dormido por conducir toda la noche, pero no tenía tiempo que perder. Acercarme a la mansión del pakhan estaba fuera de discusión, la casa de Matvey tampoco era la idea más inteligente, así que comencé a buscar en internet sobre los eventos de clase alta de la ciudad: eventos de caridad, exposiciones de arte, conciertos, etc. Todo eso me daría una pista de dónde podría encontrarla sin ser detectado tan fácilmente. Mientras leía la información en google, los titulares casi me hacen querer matar a algún pobre transeúnte.

"El heredero de la familia Smirnov presenta a su nueva y hermosa esposa"

"Matvey y Carlotta Smirnov hacen acto de presencia en la más reciente exposición de fotografía del museo Pier 24"

"Las mujeres de la familia Smirnov serán las anfitrionas en la próxima gala de beneficencia del hospital infantil"

Ese último titular llamó mi atención, al leer más pude saber la ubicación y la hora en que se llevaría a cabo. Esta noche en la azotea del Four Seasons a las 7 pm. Por lo visto, solo serian Carlotta y su suegra en el lugar, además de los guardaespaldas. Perfecto.

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Me disfracé de cocinero y soborné a uno de los trabajadores para que me dejara ingresar junto con el equipo a la zona designada para preparar los alimentos. De más está decir que soy pésimo en la cocina y ya he dejado quemar dos porciones de filetes de res. Bueno qué más da, soy mejor cortando la carne cruda, de eso se dio cuenta el jefe de cocina, para suerte de todos, y lo que hago ahora es cortar finos trozos de todo tipo de carne.

Eran casi las 7 de la noche, las personas estaban llegando en sus lujosos carros, el ruido iba incrementando junto con la velocidad de los cocineros mientras preparaban todo. A eso de las 7:30 se llevó a cabo un brindis y se dio inicio al evento como tal. A las 8 todos se sentaron a cenar, ese fue el peor momento para estar en estas cuatro paredes, por suerte la locura terminó a eso de las 9:30 de la noche. Esta era mi oportunidad para acercarme a Lotta después de tanto tiempo sin ella.

Me arrastré a través del ducto de ventilación hasta llegar al baño de mujeres, esperé unos minutos a que unas señoras terminaran de chismear y se fueran para poder salir de ese estrecho lugar en el que estaba. Me meti en uno de los baños y lo cerré con seguro, solo me quedaba esperar. La única forma de saber que Carlotta estaba ahí era viendo por la parte de abajo del cubículo y recordando el calzado y vestido que la había visto usar cuando la espié por la puerta de la cocina. Lo sé, algo loco y desesperado, pero no había mejor oportunidad que esta.

Casi me había rendido, estaba cansado de esperar, sin embargo, a eso de las 10:20 pm se escucharon voces en el baño, una de ellas la había escuchado toda mi vida, ahí estaba, esos zapatos de tacón dorados y vestido negro. Para mi suerte entró al cubículo junto al mío y antes de que pudiera pensarlo mejor le pase una nota escrita en papel higiénico.