Cap 25

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Massimo

El lugar se llenó de humo, no se podía divisar bien y cuando alguien intentaba hablar, su voz se entrecortaba con una horrible tos. No pasó mucho tiempo hasta que sentí a alguien a mi lado, estaba intentando hacer algo con mi cabeza, tal vez arrancarla, no sé, pero luego de forcejear me di cuenta de que estaban intentando ponerme algo, al parecer una máscara. Mierda si, este era uno de nuestros hombres, lo supe cuando por fin pude respirar y ver mejor a través de los lentes.


Pude distinguir mejor a los que estaban a mi alrededor, mi familia ya estaba siendo sacada del lugar, sin embargo los rusos y los latinos estaban siendo asesinados allí mismo. A Matvey lo tenían de rodillas junto con algunos de sus hombres más leales, bien, el maldito pagaría.

Nunca había visto en tan mal estado a mi padre y a Savio, tendría que cerciorarme personalmente de que todo el tratamiento que se les diera fuera el mejor. Esta noche nadie de mi familia moriría. Eso no lo permitiría.

Mientras pensaba en como matar a los que tenía en frente, alguien tomó mi mano y me arrastró hasta un pasillo alejado de aquella habitación, aún se percibían los efectos del gas pero era mejor que estar allá. Cuando ambos nos quitamos las máscaras pude ver a mi hermano con la peor cara que le haya visto alguna vez.

-Massimo... acaban de sacar a Lotta de acá abajo, está muy mal. La llevan al hospital más cercano en helicóptero, al parecer ya se encontraba mal pero... los gases... su corazón...

Ese titubeo siempre era lo que diferenciaba a Alessio de nuestro padre. Mi hermano no podía darme malas noticias, siempre había sido así, solo conmigo o mamá. Lotta debía estar realmente grave, la fiebre que le sentí antes era un indicador.

-Ve con ella, asegúrate de que esté bien, Nevio y yo nos encargaremos de todo acá.

-No. No, me quedaré, torturaré al hijo de puta y luego iré. De todas maneras, tardaré mucho conduciendo y no sirvo de nada en la carretera.

Mi hermano simplemente movió su cabeza reflejando que estaba de acuerdo conmigo, luego ambos seguimos a los hombres que nos indicaban a donde habían llevado a esos pedazos de mierda. En ese momento Nevio se unió a nosotros.

-Por cierto, ¿Dónde están los hombres de tu adorado cuñado? -le pregunté a mi primo.

-¡Cállate de una puta vez! Se estaban tardando demasiado así que decidimos atacar con nuestros hombres.

-¡Putos locos! ¿Dejaron desprotegida a Las Vegas? -Dije algo alterado.

-No te preocupes hermanito, en la ciudad quedó Diego con la mitad de nuestro grupo. A esta hora los hombres de Luca deben haber aterrizado y ya deberían haber tomado sus puestos de apoyo.

-Además, no pienso dejarle la diversión a los neoyorquinos. -Esas fueron las palabras de Nevio.

****


Llegamos a la nueva habitación, allí, Matvey y otros imbéciles estaban encadenados, justo cómo tenían a mi familia. Ya les habían proporcionado una buena cantidad de golpes y algunos se veían cómo si estuvieran a punto de morir. Maricones.

Nevio se acercó un poco a ellos, lo que hizo que se movieran en sus cadenas, desesperados por alejarse de ese loco. El miedo se reflejaba en sus rasgos faciales.
Sin embargo, yo me adelanté un paso y le hablé a Matvey directamente a los ojos:

-¿Qué pretendías demostrar al violar y humillar a Carlotta?

-Jajajaj, de entre todas las cosas que puedes preguntar, ¿Eso es lo qué te interesa? Que patético.

Le di un par de puñetazos, mis sentidos volvieron a activarse al sentir su sangre correr por mis antebrazos, pero esto no me gustaba. No estaba haciendo un experimento o investigación médica, aquí no había disfrute o goce, no sentía placer. A la mierda, le quité las cadenas al pendejo y lo insté a pelear.

-Bueno hijo de puta, así está la cosa: no me gusta aprovecharme de alguien que no puede defenderse. Pelea a muerte.

-¿Qué? ¿No hay tortura para extraer informacion? -dijo ese idiota entre dientes.

Tenía un punto, pero necesitaba sacar la ira de mi sistema y...

-No te preocupes amigo ruso, tanto tu padre como los líderes del cartel que encontramos por acá están siendo tratados de la mejor manera por mi tío Adamo...Puedes pelear y morir en paz. -dijo Nevio.

-Mi padre no tiene nada que ver en esto...

-Bueno eso no es lo que el viejo nos está dando a entender... por cierto... Tu madre falleció cuando entraron a su casa, el susto y la edad no se llevan bien. -Dijo Alessio sin expresión alguna en su rostro.

-Los mataré, a todos, me vengaré.

-Las palabras de un sentenciado no valen mucho, mas bien valen nada. -Le respondí a Matvey.

****

La pelea estuvo mejor de lo que me esperaba, los puños del imbécil golpean más fuerte de lo que pensaba. Entre idas y vueltas ambos nos rompimos un par de costillas y dislocamos algunos miembros, nada grave. ¿El bastardo creía que le daría una muerte fácil? Esto era solo el comienzo. Este lugar estaba perfecto para dejarlo cómo prisionero, tanto a él cómo a sus secuaces.

De vez en cuando vendríamos a divertirnos con ellos, pero nunca los matariamos, al menos no dentro de los siguientes cinco años (ese fue el acuerdo que habíamos hecho minutos después de la pelea). La libertad es una de las cosas más preciadas por el ser humano y cuando te es arrebatada de esta manera, la tortura mental que tu propio cerebro comienza en tu contra es peor que 100 latigazos diarios.

Por lo que le había hecho a Carlotta, Matvey tendría un trato especial; Nevio había conocido hace poco a un loco que se divertía violando a los hombres mientras estaba vestido cómo mujer y saciaría su deseo cada semana con nuestro prisionero, comenzando mañana (luego nos agradecen el gesto de haber sacado a ese demente de las calles).

****

Todos nos dirigimos en helicóptero a la ciudad, nos cambiamos y nos dirigimos al hospital donde las mujeres de la familia estaban siendo atendidas. Fue cuando íbamos en el carro de Alessio que recibimos una llamada del médico indicándonos que Carlotta debía ser intervenida urgentemente por que sus pulmones estaban en mal estado por todo el gas que había ingresado a su sistema. Mierda.

Justo ahora tomaría todo su sufrimiento y lo haría mío. Cuando estuviera mejor, la haría pagar por este dolor en mi pecho, por esta incertidumbre. 

Strangelove (Massimo  Falcone y Carlotta )Where stories live. Discover now