La voz de Jimin - Winrina/Jiminjeong G!P

Capítulo 3

Minjeong

El cielo comenzaba a oscurecerse cuando llegué a Pelion, una pequeña área del centro, tranquila, casi anticuada. La mayoría de los negocios parecían ser parte de propiedad familiar, grandes árboles bordeaban las amplias aceras donde la gente paseaba. Me encantaba esta hora del día, el crepúsculo más fresco de finales de verano. Había algo mágico al respecto, algo esperanzador, algo que me decía: "No sabías si podías, pero, lo lograste otro día, ¿no?".

Vi Haskell's y entré en el estacionamiento de la derecha.

Todavía no necesitaba comestibles , pero necesitaba algunas cosas básicas. Era la única razón por la que me levanté. A pesar de que había dormido unas cinco horas hoy, estaba cansada nuevamente y lista para acostarme con un libro.

Entré y salí de Haskell's en diez minutos, y caminé de regreso a mi auto. Me puse el bolso en el hombro y cambié las bolsa de plástico de una mano a la otra cuando la parte inferior del plástico se abrió y mis compras cayeron al concreto, varios artículos rodaron fuera de mi alcance. "¡Joder!", maldije, agachándome para recoger mis cosas. Abrí mi bolso y empecé a echar el champú y acondicionador, cuando vi que alguien se detuvo en mi visión periférica, y me sobresalté. Levanté la vista justo cuando una mujer se inclinó y puso una rodilla en el asfalto y me entregó la botella de Advil que se había alejado rodando, aparentemente directo en su camino. La miré, era joven y de pelo largo, ondulado y negro. Ella debería ser hermosa, pero era difícil distinguir exactamente como se veía su rostro debajo del cabello que caía sobre su frente y alrededor de su mandíbula. Llevaba vaqueros y una camiseta azul. La camiseta había tenido un mensaje en algún momento, pero ahora estaba tan descolorida y gastada que a alguien le seria difícil saber que había ahí antes.

Tomé nota de todo eso en los breves segundos que me tomó alcanzar su mano extendida que sostenía el frasco de analgésicos, en ese momento, nuestros ojos se encontraron y parecieron enredarse. Los suyos era profundos, enmarcados por largas y oscuras pestañas, hermoso.

Mientras la miraba, sentí como si algo se moviera entre nosotras, casi como si tuviera que estirar la mano y tratar de agarrar el aire que rodeaba nuestros cuerpos, como si tal vez mi mano volviera a sostener algo tangible, algo suave y cálido. Fruncí el ceño, confundida, pero incapaz de apartar la mirada, cuando sus ojos se apartaron rápidamente de los míos. ¿Quién era esta mujer de aspecto extraño y por qué estaba sentada aquí congelada frente a ella?, negué con la cabeza levemente y volví a la realidad. "Gracias", dije, tomando la botella de su mano extendida. Ella no dijo nada, no volvió a mirarme.

"Mierda", maldije en voz baja una vez más, volviendo mi atención a los artículos esparcidos por el suelo. Mis ojos se abrieron cuando vi que mi caja de tampones se había abierto y varios de ellos estaban tirados en el suelo. "Mátenme ahora ", pensé. La mujer agarró unos cuantos y me las entregó y rápidamente las guardé en mi bolso, mirándola al mismo tiempo que ella me miraba a mi, pero no hubo reacción en sus cuerpo, una vez más, sus ojos se apartaron. Sentí que el color me subía a las mejillas y traté de entablar una pequeña conversación cuando me entregó algunos tampones más y los agarraba y tiraba en mi bolso, reprimiendo una risita histérica.

"Malditas bolsas de plástico", exhalé, hablando rápido, luego respiré profundamente antes de continuar, un poco más lento esta vez. "No solo es malo para el medio ambiente, sino que realmente no son confiables". La mujer me entregó una barra de chocolate Almond Joy y un tampón, se los quité y los dejé caer en mi bolso, gimiendo por dentro. "Traté de ser buena usando mis propias bolsas de compras reutilizables. Incluso compré unas lindas con estampados divertidos", negué con la cabeza, metiendo el último tampón, "pero siempre los dejaba en mi auto o en casa", volví a negar con la cabeza cuando la mujer me entregó dos barras más de chocolate Almond Joy.