Capítulo 32

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Jimin

La sostuve cerca, inhalando su dulce olor, mi corazón exaltado por el dulce alivio del peso de ella en mis brazos. Mi Minjeong. La había extrañado tan desesperadamente que pensé que moriría sin ella esas primeras semanas. Pero yo no morí. Tenía tanto que decirle, tanto que compartir con ella.

Me eché hacia atrás, y miré sus ojos marrones que tanto amaba aún más brillantes bajo sus brillantes lágrimas. Ella era impresionante. Y rogué a Dios que siguiera siendo mía.

Lo cierto es que no sé bailar, dije, incapaz de apartar los ojos de ella.

Ella exhaló con una pequeña sonrisa. Yo tampoco soy muy buena en eso.

La tomé en mis brazos de todos modos y la sostuve contra mi cuerpo mientras empezábamos a balancearnos con la música. Lo resolveríamos.

Pasé mi mano por la piel desnuda de su espalda y ella se estremeció en mis brazos. Ambas mirándonos mientras usaba mi otra mano para entrelazar mis dedos con los de ella, mis ojos moviéndose por su rostro. Tragó saliva y sus labios se abrieron cuando se encontró con mi mirada.

La acerqué más y presioné su cuerpo contra el mío sintiendo que la serenidad me inundaba.

Cuando terminó la canción, ambas retrocedimos y Minjeong preguntó: "¿Esto es real?"

Le sonreí.

No sé, creo que sí. Pero se siente como un sueño.

Ella soltó una pequeña risa y miró hacia abajo, luego volvió a mirarme.

¿Cómo supiste que estaba aquí?

Fui a tu casa, señalé. Anne me vio y me dijo dónde estabas.

Levantó la mano y la puso en mi mejilla como si estuviera comprobando que yo estaba realmente ahí, cerré los ojos y me incliné hacia ella. Después de un segundo, bajó la mano y me hizo señas: ¿Dónde has estado, Jimin? ¿Qué has estado-

Puse mis manos alrededor de las suyas, deteniendo sus palabras, y parpadeó sorprendida. La solté y levanté las manos.

Tengo tanto que contarte, tanto de lo que tenemos que hablar.

¿Todavía me amas?

Preguntó con una mirada vulnerable. Parpadeó cuando se le llenaron los ojos de lágrimas. Su corazón estaba allí mismo, en su expresión, y yo la amaba con tanta desesperación que sentía su sufrimiento en mis propios huesos.

Nunca dejaré de amarte, Minjeong, repuse, con la esperanza de que pudiera ver en mis ojos mi alma, la esencia de lo que yo era.

Estudió mi rostro durante unos segundos, y luego miró hacia abajo durante unos instantes antes de que sus ojos se levantaran y se enfocara en mi pecho mientras decía: Me dejaste.

Tenía que hacerlo, respondí.

Sus ojos recorrieron mi cara, estudiándome atentamente.

Llévame a casa, Jimin, dijo y no necesité que me lo pidiera dos veces. La tomé de la mano y comencé a moverme entre la multitud que había olvidado que estaba allí.

Cuando salimos al aire frío de la noche, Minjeong dijo: "Espera, Melanie y Linda–"

Me vieron, señalé, sabrán que te fuiste conmigo.

Ella asintió.

El valet trajo mi camioneta, pareciendo completamente fuera de lugar entre los BMW y los Audi.

La voz de Jimin - Winrina/Jiminjeong G!PWhere stories live. Discover now