La voz de Jimin - Winrina/Jiminjeong G!P

Capítulo 27

Jimin

-Siete años, Mayo-

"¡Jimin!" me llamó mamá. Su voz sonaba un poco asustada. "Cariño, ¿Dónde estás?"

Estaba sentada debajo de la mesa del comedor, el pesado mantel me ocultaba mientras me arrodillaba en el suelo con mis juguetes.

Dudé, pero cuando mi mamá me llamó de nuevo, sonando más preocupada esta vez, salí de debajo de la mesa y me acerqué a ella. No me gustaba escuchar a mi mamá asustada, pero también sabía que algo estaba pasando y yo también estaba asustada.

Mi mamá había estado susurrando en el teléfono toda la mañana y durante la última media hora, había estado arriba metiendo ropa y otras cosas en las maletas.

Fue entonces cuando me escondí debajo de la mesa y esperé a ver qué pasaba a continuación.

Sabía que lo que fuera que estaba pasando estaba pasando porque mi papá había llegado a casa anoche, otra vez oliendo como el perfume de otra dama y le había dado una bofetada a mi mamá cuando dijo que su cena ya estaba fría.

Tenía la sensación de que mi mamá finalmente había tenido suficiente. Y si tuviera que adivinar con quién estaba hablando por teléfono, diría que era el tío Marco.

Mi mamá dobló la esquina hacia el comedor justo cuando yo salía de debajo de la mesa y soltó un fuerte suspiro. "Jimin, cariño", dijo, poniendo sus manos en mis mejillas e inclinándose para que sus ojos estuvieran justo frente a los míos. "Me preocupaste".

"Lo siento mamá."

Su rostro se suavizó, me sonrió y apartó el cabello de mi frente. "Está bien, pero necesito que hagas algo por mí y es realmente importante. ¿Crees que puedas escuchar y hacer lo que digo y no hacer preguntas en este momento?"

Asentí.

"Vale eso está bien." Ella sonrió, pero luego su sonrisa desapareció y la mirada de preocupación volvió a sus ojos. "Vamos a irnos, Jimin, tú, yo, y tu... tío Marco. Sé que probablemente te confunda en este momento, y estoy segura de que tienes preguntas sobre tu papá, pero..."

"Quiero ir", dije, poniéndome de pie. "Ya no quiero vivir con él".

Mi mamá solo me miró a la cara por un par de segundos, sus labios apretados. Ella exhaló y pasó su mano por mi cabello otra vez. Las lágrimas se asomaron de ojos. "No he sido una buena mamá", dijo y sacudió la cabeza de un lado a otro.

"¡Eres una buena mamá!" dije. "Eres la mejor mamá del mundo. Pero yo quiero vivir con el tío Marco. No quiero que mi papá te golpee más ni te haga llorar".

Sollozó y se secó una lágrima de la mejilla y luego asintió con la cabeza hacia mí. "Vamos a ser felices, Jimin, ¿me escuchas? Tú y yo, vamos a ser felices".

"Está bien", dije, manteniendo mis ojos en su bonita cara.

"Está bien", dijo ella, finalmente sonriendo.

Fue entonces cuando se abrió la puerta principal y el tío Marco entró rápidamente. Su rostro se veía tenso.

"¿Estás lista?" preguntó, mirando a mi mamá.

Ella asintió.

"Las maletas están justo ahí", inclinó la cabeza hacia las cuatro piezas de equipaje que estaban al pie de las escaleras.

"¿Estás bien?" preguntó el tío Marco, sus ojos moviéndose sobre mi mamá como si estuviera mirando para asegurarse de que ella estaba bien.

"Lo estaré. Llévanos lejos de aquí", susurró.