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2 MESES ATRÁS.

El teléfono de Yunjin no dejaba de sonar. Yuri y las demás se turnaban para hacer vibrar el teléfono de la joven varias veces, pero Yunjin no quiso responder. Sabía que era irresponsable, entendía que era una actitud inmadura, pero fue su reacción del momento y ya no estaba para arrepentirse. Pensó en llamar a su mamá Yoona, pero no quería preocuparla y seguramente Yuri no iba a tener la valentía para llamarla y confesar que había perdido a su hija. Yunjin contaba al menos con toda esa noche para poder despejarse un poco.

El taxi se detuvo frente al hotel, por su tamaño y aspecto la joven pensó que en realidad parecía más un motel que un hotel. Chaewon ya le había dicho antes que no se hiciera grandes expectativas. En la recepción había un hombre con aspecto de pocos amigos que de inmediato le dijo que no había habitaciones disponibles. —En realidad me están esperando en la habitación 33. El hombre tomó el teléfono que tenía en el mostrador y desde su lugar, Yunjin podía escuchar unos pitidos. —¿Su nombre?

—Yunjin.

El hombre confirmó que la estaban esperando ahí y luego le pasó una tarjeta con la que podía abrir la puerta de la habitación. Subió al segundo piso y buscó la habitación que tenía el número sobre la puerta, dudó si tocar o usar la tarjeta, pero por suerte Chaewon la abrió antes de que pudiera decidir. Chaewon abrió los brazos y Yunjin se abrazó a ella como si fuera la otra parte de un imán. Chaewon era mucho más baja que ella, pero incluso así lograba reconfortar y hacerla sentir bien.

Cuando logró sentirse segura, Chaewon la llevó hasta la cama y ambas se sentaron ahí. Yunjin entonces comenzó a darle un contexto de todo lo que estaba pasando en su vida. Le contó todo sobre las peleas, la tensión en su casa y el motivo por el que ella y su mamá había terminado viviendo en Naevis. Le contó que estaba ahí para visitar a su mamá, pero que era incómodo entre ellas y que hace poco había escuchado que uno de los motivos del quiebre entre sus mamás era que Yuri había sido infiel.

—Es muy fuerte. —Chaewon tenía dificultad para encontrar las palabras correctas. —No te enteraste de la forma correcta, nada de eso estuvo bien.

—Ni siquiera sé si mamá Yoona lo sabe.

Chaewon se estiró en la cama y se quedó viendo el techo, la forma en que el colchón se movió le indicó que la menor había hecho lo mismo. —¿Qué vas a hacer con la información? ¿Piensas decirle?

Yunjin se quedó pensando en qué sería lo mejor. —No lo sé, no estoy segura de sentirme preparada como para hacer algo así. Ni siquiera me siento capaz de hablarlo con Yuri.

—Entonces no lo hagas, tómate tu tiempo para pensar en lo que quieres hacer.

La menor asintió, las lágrimas se acumulaban en los bordes de sus ojos así que deslizó la yema de sus dedos por encima para retirarlo. —Hey, tranquila. —Chaewon volvió a abrazarla, la posición era un poco extraña, pero al moverse Yunjin quedó recostada sobre el pecho de la joven que no se quejó por la cercanía. —Las cosas tendrán que mejorar, ya verás que así será. —Le tranquilizó, acariciando su suave cabello y dejando algunos golpecitos en su espalda.

Habían pasado por esa etapa de calma y nervios de conocer a alguien por primera vez, ahora estaban disfrutando de la compañía mutua. Casi no había espacio entre los cuerpos de las dos y el calor que emitían las hacía sentir en paz. El tiempo pasaba, pero el mundo afuera se sentía congelado. Yunjin se concentró en los latidos del corazón de Chaewon, estaba calmado y tuvo la sensación de que el de ella latía al mismo ritmo. —Yunjin, tu teléfono está sonando. —Estaba tan perdida en el momento que no se había percatado de la pantalla iluminada y el sonido de una llamada entrante.

Just my type (Jiminjeong + Purinz)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora