star-girl ✩ peter quill

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          Todos escuchaban con atención a Gamora leer el nuevo mensaje que la Milano recibió alrededor de la mesa. Los Guardianes aún no eran un grupo muy formal y cualquier trabajo que pagara bien les servía. Este en específico sonaba demasiado fácil: encontrar algo que se perdió.

—¿Nos pagarán un millón sólo por encontrar el experimento de ese tipo?—repitió Rocket sin terminarlo de creer—ojalá se le pierdan más seguido las cosas.

—Conozco a este tipo de mis tiempos con Ronan. No deberíamos confiarnos tanto.

—Un millón es un millón y ya estamos aquí, hay que aprovechar—dijo Peter quitado de la pena, teniendo a Beatriz a su lado cruzada de brazos—¿o alguien se opone?

Ninguno hizo algo que diera a entender lo contrario. Miró a Gamora tratando de probar su punto.

—Está bien pero—sonrió de forma maliciosa—Beatriz irá conmigo.

—¿Qué? No.

—Peter, el contacto es algo especial en cuanto a con quien se reúne. Vernos a ambas le dará confianza para darnos más información.

—Llévate a Mantis. Ella también es confiable.

La mencionada asintió dándole la razón. Pero todos sabían que Gamora no cambiaría de opinión. Drax y Rocket veían con diversión cómo poco a poco entraba en pánico. Incluso a la misma Beatriz le parecía chistoso, pasaban todo el día juntos ¿qué podría salir mal si se separaban diez minutos?

Bajo ese pensamiento se encontraba caminando al lado de Gamora por las sucias calles de un planeta al que ni siquiera podía pronunciar su nombre.

—Y este contacto, ¿qué tipo de experimentos hace?—le preguntó pateando una piedra sobre la tierra rojiza que pisaban.

—Unos muy extraños.

—Eso no responde mi pregunta—la de piel verde le miró molesta—lo siento. No puedo evitarlo. Por eso siempre voy con Peter, con él ni siquiera tengo que preguntar las cosas.

—En eso tienes razón. Quill de seguro habla hasta dormido—doblaron en una esquina para bajar una escaleras siendo consumidas por la oscuridad paso a paso—a todo esto ¿qué es lo que le ves?

—Uy, ¿qué no le veo?

Gamora rodó los ojos deteniéndose frente a una puerta oxidada apenas iluminada por un foco. A Beatriz ese ambiente le recordaba a un videojuego de terror pues fácilmente habían descendido unos buenos metros y para nada se veía como un lugar sospechoso. Su amiga oprimió un botón en la pared que causó un ruido similar a un gato asustado.

En breve apareció frente a ellas un tipo que parecía el hijo de Jabba the Hutt y el villano de Sonic. La castaña abrió los ojos de par en par y apretó los labios para evitar decir algún chiste sobre su bigote ridículo o la silueta de babosa que tenía.

—Gamora—dijo con una voz profunda. Después la miró entrecerrando los ojos verdosos—y compañía. Pasen por favor.

Los siguió al desastre de casa que tenía. Ni siquiera sabía si era un laboratorio, un McDonalds o una sala. Era de todo un poco.

—Jakar, hablaste de un experimento que fue robado.

Lentamente se distrajo con los tubos de ensayo del tamaño de una pecera; podía ver objetos moviéndose pero no lograba distinguirlos. Apenas movía el pie para ir en dicha dirección cuando Gamora le sostuvo por la muñeca manteniéndola quieta. De pronto se sentía en una tienda departamental con su mamá decidida a no tener que vocear su nombre para encontrarla.

Peter no sólo la hubiera dejado ir a verlo si no que iría con ella a curiosear. Entonces entendió el punto de Gamora al respecto.

—Robado no. Escapó—hizo una pausa para observar a Beatriz y su cabello amarrado en una coleta—tú no eres de por aquí ¿cierto?

Ella no supo que responder. Si algo le había enseñado Rocket era a no andar esparciendo información a raros. Y vaya que encajaba en la descripción.

—¿Cómo podemos identificarlo?—interrumpió Gamora volviendo al tema.

—Lo sabrán cuando lo vean.

"Lo sabrán cuando lo vean", se repetía Beatriz de regreso a donde esperaban los demás. ¿Cómo iba a saber lo que buscaban con esa descripción? Podía ser cualquier cosa ante sus ojos.

—¡Allí están!—exclamó Peter detrás suyo—¿qué les dijeron?

—Prácticamente nada.

Mientras Gamora le daba un resumen, Beatriz observaba a Peter. Movía detenidamente el pie contra la tierra como si estuviera nervioso ¿pero de qué?

—¿Pasa algo?—le preguntó notándolo—¿o sólo te gusto?

—Ugh. No empiecen. Vamos con los demás.

Gamora marcó el camino avanzando primero, Peter le siguió después dejando a Beatriz al último.