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           —¿Sabes qué? No tengo tiempo para esto—Peter le dio la espalda a Thor con la intención de regresar al pueblo buscando con la mirada a su novia—¿Bea?




—Se la llevaron los simpáticos hombrecitos—respondió Drax de lo más normal.




—¿Cómo?—ladeó la cabeza parpadeando repetidamente sin saber lo que sucedía.




—Quizá es su ritual de agradecimiento por ser una gran guerrera—sugirió Mantis.




—Nah—Rocket recargó su arma—la van a ejecutar.




—¿QUÉ?




—No es momento de explicaciones pero el tiempo que no estuviste a Betty se le safó un tornillo.




—¿Sólo uno?—se metió Nebula soltando una risa de ironía.




—El punto es que sucedieron un par de cosillas insignificantes y son muy rencorosos para el tamaño que tienen.




No necesitó ni una palabra más para llegar al pueblo con el doble de prisa. Aunque eso no evitó que Rocket le explicara de la mejor manera posible lo que sucedió. Las pequeñas calles estaban vacías siendo el centro el punto de concentración de todos los aldeanos molestos.




Beatriz yacía amarrada en un tronco con dos seres sosteniendo cuchillas a sus costados. El que parecía ser el rey estaba sentado en su trono observando desde el balcón de la torre detrás suyo mientras todos gritaban. Apenas podía sentir el cuerpo tras despertar.




—¡Pueblo de Yorag!—habló el de corona haciendo que hubiera silencio absoluto activando en automático el traductor de su casco—hace cinco años esta bestia trajo la destrucción a nuestra aldea y hoy por fin pagará por sus crímenes.




Una ola de entusiasmo ruidoso le hizo entrecerrar los ojos por el dolor de cabeza que tenía.




—Sé que lo que hice estuvo mal pero les juro que-




—¡Calla, bestia!—gritó uno de los soldados haciéndole un corte en el brazo manchando de rojo su playera al instante.




Beatriz se quejó cerrando los ojos con fuerza al sentir ese ardor esparcirse poco a poco como si fuera veneno.




—¡Oigan!—abrió uno solo al reconocer la voz de Thor abriéndose paso entre la multitud que le veía alucinada—¡ella no es una criminal! Es mi amiga y acaba de salvar sus cultivos. ¿Creen que a su Dios Arnak el grandioso le agradaría este tipo de comportamiento?




Se miraron entre ellos murmurando ante las palabras del rubio quien se mostraba muy dispuesto a entablar una conversación, todo lo contrario a Peter quien estaba por correr hacia ella de no ser detenido por Thor dándole una mirada.




—Deja que hable o te la entregarán hecha pedacitos—susurró poniendo la mano en su pecho antes de dirigirse sonriente al rey—su majestad, le pido por favor que libere a esta bella dama quien lo único que busca es hacer el bien.




—¿El bien?—el de la corona se levantó ofendido—¿sabes el daño que ocasionó al planeta al aterrizar en nuestras tierras junto a su enemigo? ¿la brutalidad con qué se enfrentó a él y dejó los restos para que nosotros nos encargáramos? ¡Ahora le daremos el mismo final!




—¡No!—safándose del agarre de Thor, Peter avanzó—su majestad, le aseguro que lo que sea que haya hecho fue con una razón y aunque eso no justifica sus acciones le pido por favor que la perdone. Creo que fueron años difíciles los posteriores a Thanos para todos.




El pequeño luego de pocos segundos dio la orden para que las cuerdas fueran cortadas.




Más sus brazos no la recibieron cuando se acercó a sus amigos si no que se limitó a acariciar su mejilla asegurándose de que estuviera bien antes de caminar dejándola atrás.




Y en esa misma actitud se mantenía cuando en silencio retiraba la tela ensangrentada sentado a su lado en la cama que compartían. No le había dirigido la palabra desde que logró sacarla de la situación en Yorag y lo entendía perfectamente pero el nudo en su garganta no se iba. Observaba su expresión seria.




—¿Esto duele?—preguntó en ese mismo tono sin mirarle a la cara cuando empezaba a limpiarle.




—Sólo arde.




—Dime si te lastimo.




Estaba concentrado en lo que hacía y ella en su semblante. En la tensión que había en el aire que le oprimía su pecho de mil maneras diferentes.




—Peter.




—¿Hmm?




—Debí contarte antes lo que sucedió en Yorag. Cuando te perdí hice muchas cosas que no me enorgullecen, lastimé gente y no medí las consecuencias. Creo que estaba tan perdida sin ti que todo me daba igual. Como dijiste, sé que no es excusa y que quizá me odias en este momento...




—Nunca te odiaría—le devolvió la mirada—ni siquiera pienses algo así.




—Pero...




—Sólo me cuesta creer que la persona más dulce que conozca haya sido capaz de llegar a ese extremo—tomó la venda que descansaba en el colchón para poder comenzar a cubrirle—Rocket me contó.




Beatriz bajó la mirada con pena. Aquella vez había insistido tanto al perseguir a un grupo de piratas que no le fue suficiente estrellar su nave en dicho planeta, tuvo que aterrizar y asegurarse de terminar con todos. Ni siquiera recuerda más detalles pero sí la expresión de sus dos amigos. La sangre en sus manos temblorosas y las lágrimas de emociones combinadas que salían sin control alguno al imaginar que era Thanos a quien despedazaba.




Y algo así sucedía en ese momento donde el llanto era involuntario. Pero a diferencia de aquella vez tenía a su Peter. Él le sonrió cálidamente mientras limpiaba la lágrima más reciente con su pulgar. Temiendo que le fuese arrebatado se aferró a él escondiendo el rostro entre su pecho y cuello.




—Thanos ya no está—habló con tranquilidad acariciand su espalda—pero yo sí. Y no pienso volver a soltarte.




—¿Premio o castigo?—preguntó bromeando, repitiendo uno de los tantos chistes de sus hermanos haciéndolo reír.




—Ambos, supongo.




Un momento en silencio pasó. Sólo ambos sosteniéndose mutuamente.




—Extraño a Gamora—dijo ya más tranquila—¿qué crees que esté haciendo la Gamora-no-nuestra ahora?




—Bueno, alguien tiene que infundir terror entre la gente. Rocket no puede estar en todos lados al mismo tiempo.




—Rocket y su casi metro de altura—sonrió divertida. Entonces frunció el ceño—¿qué no mi celular estaba cargándose sobre el mueble?




—Si, ¿porqué?—giró la cabeza en la misma dirección que ella—quizá Groot lo tiene.




—Ay no.




Tras limpiarse la cara torpemente con las manos se puso de pie dispuesta a encontrarlo. Peter le observó desde allí con una sonrisa en el rostro antes de seguirle.




—¡¿QUÉ GASTASTE CUÁNTO EN DIAMANTES DE FREE FIRE, GROOT ALBERTO?!

star-girl    ✩   peter quillDonde viven las historias. Descúbrelo ahora