Una Chica con Problemas

3- Las secuelas (Capítulo corto)

Quisiera decirles que luego de la consulta marchó todo bien, que seguí mejorando pero no es así, no voy a pintarles un mundo de arcoiris. Caí, caí de una manera horrible y se sentía peor que nunca porque ahora sé que hay personas que se preocupan por mi y las he decepcionado.

Ese día, luego de salir de la consulta, Axel me esperaba en la recepción como el primer día, sólo que ésta vez no le devolví la sonrisa ni le hablé durante todo el camino. Llegamos a la casa y le pedí amablemente que se marchara que quería dormir y no le mentí, me tomé una pastilla de las que me dió la psiquiatra y me quedé dormida en menos de 10 minutos. A la mañana siguiente me desperté muy mal porque soñé con lo que sucedió aquel día, esa es una de las pesadillas que me atormentan y no me dejan en paz. No me levanté de mi cama, no fui al instituto, tuve que apagar el celular porque no dejaba de sonar con las llamadas de Axel.

Pasé todo el día en mi cuarto sin comer, sin levantarme de la cama, sin moverme, sólo era un cuerpo sin emociones sobre un colchón. Me levanté para ir al baño y no pude evitar mirarme en el espejo, vi mi cara demacrada, mi cuerpo huesudo, mi piel pálida, mi cabello sin brillo y todas mis cicatrices, parecía un muerto viviente. Lloré, lloré y le di un golpe al espejo haciendo que se rompiera y los vidrios se incrustaran en mi puño, me senté en el suelo del baño llorando destrozada mientras mi puño sangraba, agarré un vidrio y me lo pasé por los brazos abriendo las heridas viejas y las que estaban cosidas, veía como salía la sangre de mis heridas y no sentía dolor, ya no lloraba, sólo estaba tendida en el suelo rodeada de sangre.

No sé por cuanto tiempo estuve así, no me di cuenta que me había dormido hasta que Paola entró al baño y gritó, se abalanzó sobre mi y me abrazó llorando, me metió en la regadera para limpiar la sangre, me envolvió en una toalla y me llevó a su habitación, me dejó sobre su cama y salió, yo sólo me quedé allí inmóvil y escuché que hablaba por teléfono. Después de un rato apareció Axel en la habitación y me abrazó, se quedó acostado junto a mi hasta quedarme dormida.

He decepcionado a las personas que se preocupan por mi, soy una mierda.