16- No quiero hacerte daño

1.6K 125 17
                                    

-Victoria Nicole Miller, ¿quieres ser mi novia?

...

...

¡RESPONDE, TARADA!

...

...

-¿Victoria?

-¿Ah? -respondí saliendo de mi trance, el rubio suspiró y se puso de pie.

-Te he preguntado algo muy importante y tu estás flotando en el espacio. -se le veía algo molesto.

-Lo-lo siento, creo que no entendí muy bien lo que dijiste, necesito procesar la información.

-Te pregunté si querías ser mi novia y te desconectaste del planeta, ¿puedo ponerte el collar? -asentí, me tomó de las manos para ponerme de pie y rodeó mi cuello con sus manos, su tacto activó algo en mi cuerpo porque de repente me faltaba el aire y todos mis vellos estaban erizados.

»Entonces, ¿quieres ser mi novia?

¡Dile que si o juro que te haré doler la cabeza por toda la eternidad!

-No. -respondí al instante.

¿No?

No, Abraham... ¿Lo recuerdas?

-¿No? Pero, pero, ¿por qué? -tenía un gesto de horror en su cara, miedo.

Por favor, por lo que más quieras, ¡dile que sí, joder! Lo estás matando.

-Necesito pensar, Axel. -fue lo último que dije antes de salir corriendo de la habitación dejando a un dolido Axel parado junto a la cama.

Bajé las escaleras con demasiada rapidez sorprendiéndome a mi misma de no haber besado el suelo, cuando llegué a la planta baja no sabía hacia donde ir, no recordaba el camino a mi casa y no podía llamar a mi hermana para que viniera por mi porque aquí estaba su camioneta; caminé por un pasillo largo que conducía al salón principal agradeciendo mentalmente a Axel por mostrarme la casa, podía escuchar las voces de sus padres, iba a seguir caminando hasta que escuché mi nombre.

-Victoria es un nombre hermoso, ¿no crees, cielo? -dijo Dalila, la madre de Axel- Y la chica también lo es, sé que ella va a ayudar mucho a nuestra Lissa y a nuestro Lex, los tres se merecen ser felices. -sollozó- Y ella, tiene una mirada tan triste, me dan ganas de abrazarla y consolarla.

-Axel me dijo que ella vivía solo con su hermana y que sus padres murieron, debió ser algo duro para ellas. -dijo el señor Alexander.

-No imagino mi vida sin mis padres y mucho menos la vida de mis hijos sin nosotros cielo, debemos apoyarlas, invitarlas a casa seguido, llevarlas a la casa de la playa, de compras, de paseo los domingos, de vacaciones con nosotros, invitarlas en navidad y año nuevo, celebrar sus cumpleaños, ¡Oh! ¡Podría llevar a la hermana de Victoria a una de mis bodas!

-Respira cariño, primero debes conocerla.

-Si, ¡estoy tan emocionada! Ya quiero que venga, ¿y si la invitamos a almorzar mañana? Yo creo que...

No pude seguir escuchando, las lágrimas caían por mis mejillas y mi corazón dolía, vaya que dolía; otras dos personas que están comenzando a apreciarme, otras dos personas a las que seguramente voy a decepcionar. Seguí caminando sigilosamente y me detuve a centímetros de la puerta principal. ¿A dónde iba a ir? No tenía idea, debía calmarme y pedirle al padre de Axel que me llevara a casa; di la vuelta y caminé hacia la puerta de cristal que daba al patio trasero, salí y el olor a césped recién cortado inundo mis fosas nasales, la piscina se veía realmente hermosa iluminada solo con la luz de la luna.

Una Chica con ProblemasWhere stories live. Discover now