Una Chica con Problemas

24- Liquidemos a las perras

La felicidad es efímera.

Está compuesta de pequeños momentos agradables que se quedan guardados en tu memoria, recuerdos bonitos. Yo no tengo de esos en la mía, mis recuerdos consisten en agresiones, sangre, gritos, peleas y muerte.

De pequeña, recuerdo como los novios de mamá la humillaban y la golpeaban, ya un poco mas grande recuerdo como la golpeaban a ella y luego a mi por defenderla, los últimos recuerdos que tengo con ella son los de ese día. No hubo una infancia bonita, no hubo felicidad. Mis únicos momentos de paz eran cuando salía de casa, cuando me dejaban quedarme con mi hermana y Giovanni, incluso cuando estaba en la escuela.

Giovanni me trataba como a su propia hija, ni mi mamá era tan buena conmigo como lo fue él; cuando murió, una parte de mi murió con él, hasta podría decir que mi depresión comenzó con su ausencia. Mi madre siempre estaba trabajando o pasando el tiempo con el novio del momento (a pesar de que la maltrataba), aprendí a cuidarme sola desde los 6 años, reconozco que no fue una madre delicada o ejemplar, pero sé que ella me amaba a su manera.

En fin, me salí de contexto. Estaba hablándoles sobre la felicidad, con el tiempo aprendí que quizás nadie es feliz en este mundo.

¿Por qué digo esto?

Por lo que he dicho anteriormente; la felicidad es efímera, momentánea, fugaz.

Puedes ser feliz comiendo un chocolate pero, ¿seguiras sintiéndote de esa forma cuando te hayas terminado el chocolate?

Puedes estar feliz mientras estas en un viaje o de vacaciones pero, ¿te sentirás igual cuando te toque regresar a casa?

No.

Lo único que te queda son los recuerdos.

Puedes sentirte bien y estar en paz, pero eso no quiere decir que seas feliz, sólo estás bien.

Todos tenemos problemas, preocupaciones, amarguras, personas que nos sacan de quicio, inconformidad, ambición, días malos, y eso amigos míos, nos imposibilita alcanzar la felicidad plena.

Por eso hay que atesorar esos recuerdos bonitos que están guardados en la mente y tratar de crear muchos más.

Yo voy a crear los míos antes de que sea demasiado tarde, o bueno, más tarde de lo que ya es.

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-¿Qué pasa princesa? ¿Estás bien?

-S-si, estoy bien. Te llamaba para preguntarte si podrías ir conmigo hoy al instituto con tus amigos. ¿Puedes?

-Para ti siempre podré, ¿a qué hora quieres que vayamos?

-A las 5 p.m., a esa hora finaliza la práctica de las porristas. Ehhhhh, ¿también podrías venir por mi a la cafetería? Siento mucho molestarte tanto.

-¿Tampoco irás a clases hoy?

-No, no iré más al instituto.

-¿Qué hay de las evaluaciones finales?

-Eso no importa, tengo las notas necesarias para aprobar el año sin necesidad de presentar los finales.

-Cierto que mi princesa es una especie de cerebrito encubierta. Tranquila hermosa, pasare por ti hoy, mañana y siempre.