28- Cumpleaños feliz

130 10 12
                                    

Estaba soñando que caía.

Que abría los brazos y caía de espalda al abismo.

He tenido este sueño antes, sólo caigo y caigo al vacío, pero ésta vez fue diferente, ésta vez unos brazos detuvieron mi caída, salieron de la nada y me sujetaron.

Axel era el dueño de esos brazos y me susurraba que todo estaría bien.

Ojalá fuese cierto.

-0-

Desperté con dolor en la entrepierna, la pelvis y la cabeza pero no le presté mucha atención, total, ya estaba acostumbrada a sentir dolor corporal. Miré a mi alrededor y no vi a Axel en ninguna parte de la habitación, me quedé acostada un rato pensando que hacer, no sabía si debía levantarme e irme a casa, quedarme acostada esperando que volviera o ir en su búsqueda; me decidí por ir a buscarlo así que me levanté con cuidado de no maltratarme más y vi algo demasiado tierno en el mini sofá.

Había una rosa junto a una nota y una ropa.

"Nos vemos abajo cuando despiertes, te estaré esperando en el patio, te amo con mi alma.

PD: Feliz cumpleaños".

¡Que tierno! Muero de amor, por un momento creí que había huido de ti.

Y yo por un momento creí que me habías dejado en paz.

¡Jamás!  Estaré torturandote toda la vida haciéndote recordar la mala decisión que piensas tomar.

Te ignoraré.

¡Deja de perder el tiempo estúpida!  Bañate y baja de una vez.

Haciendo caso a mi voz interior pero ignorandola agarré la ropa que consistía en un vestido de verano blanco sin mangas y un chaleco de jean y me metí en el baño. Me duché y cepillé en tiempo record sin detenerme a mirarme en el espejo porque ya sabia cómo se veía el bonito vestido en mi, no quería ver el reflejo de mi huesuda figura ni las cicatrices que quedaron totalmente visibles al público haciendo del bonito vestido un atuendo feo; salí del cuarto sin hacer el menor ruido para no llamar la atención, pero no era necesario ya que la casa estaba en completo silencio, como si no hubiera nadie.

Bajé al patio y Axel estaba allí, en todo su esplendor, brillando como siempre; estaba sentado en las sillas de la piscina con un enorme peluche y comida en la mesa.

Mis manos comenzaron a sudar, escondí mis brazos detrás de mi espalda y cerré los puños clavándome las uñas en las palmas. Él tan hermoso y detallista y yo tan horrible y llena de cicatrices. Mi respiración comenzó a fallar y retrocedí unos pasos con la intención de correr, entonces él se percató de lo que ocurría dentro de mi, se levantó de un salto y me tomó por los hombros.

-¿Estás bien? ¿Qué sucede? -dijo con cara de preocupación.

-N-no, creo que esto es demasiado para mi, nece-necesito irme a mi casa. Y-yo lo siento mucho Axel. -intenté zafarme de su agarre sin éxito.

-Hey, tranquila. -me abrazó- Todo estará bien ¿si? Vamos a ir despacio, quería sorprenderte pero no pensé en tu reacción, yo soy el que lo siente mi pioja hermosa.

¿Quieres calmarte? Es sólo Axel y es tu cumpleaños, él quiere hacer algo lindo por ti y así es como le agradeces. ¿Crees que es justo? ¿Crees que él se merece esto?

No, no se lo merece pero no quiero nada de esto, no hay nada que celebrar.

¡Por Dios! ¡Deja el puto drama por una vez! Simplemente vamos a dejar la mierda de lado por el día de hoy.

Una Chica con ProblemasWhere stories live. Discover now