"13-10"
"Escucha, una vez fuera tienes que correr lo más rápido que puedas, Lauren, mírame por favor y escucha bien lo que te diré."
Lauren levantó la vista, el miedo en su mirada era evidente. "No puedo, no lo voy a lograr... Es demasiado."
"Lo vas a lograr, mírame, saldrás y llegarás al borde. Estoy seguro que detrás de ese muro tu madre te estará esperando, o las chicas, no lo sé pero lo que si se es que hay alguien que te espera."
"Ven conmigo por favor, no lo lograré sin ti."
"Sabes que no puedo ir contigo, aún no me toca. No tengas miedo, recuerda que el miedo te paraliza, debes de estar lo suficientemente concentrada para hacerlo."
"Es que no podré hacerlo, papá. Es demasiado, no estoy lista."
Michael dejó de amarrar los zapatos de su hija y tomó sus manos, dejando un suave beso en ellas. "Princesa, mírame, te prometo que llegarás y podrás vivir libre. Te prometo que todo mejorará, solo por favor, corre con todas tus fuerzas. Lo más rápido que jamás has corrido."
"No lo podré lograr, papá. Esas cosas son demasiado rápidas, tengo mucho miedo." Lauren se aferró al cuello de su papá, probablemente sea el último abrazo que podrán compartir.
"Número 13-10"
"Papá por favor no me dejes sola..."
"¡13-10!"
"¡Ya va!" Gritó Michael, aún abrazando a su hija. "Lauren, cariño, por favor, has esto por papi, corre lo más rápido que puedas y no mires atrás. Prometo que cuando sea mi turno te veré al otro lado del muro."
"No creo poder lograrlo, tengo demasiado miedo y siento que me congelaré una vez salga..."
"No, Lauren, no permitas que el miedo te controle. ¿No quieres volver a ver a mamá?" Lauren asintió. "O ver a tus hermanos... o a T/N..."
Lauren se quedó helada. T/N. Hace un mes había sido su turno, lo último que escucho de ella fue un 'te amo, prometo esperarte del otro lado.'
"¡13-10!"
"¡Un segundo! Lauren, ya te tienes que ir, por favor corre y no te detengas, prometo que en cuanto menos lo pienses estarás llegando al muro. Recuerda tu número, 13-10. No lo olvides, es tu boleto para salir de aquí. Toma tu mochila y mucha suerte, cariño... Recuerda que papi los ama demasiado, jamás olvides lo orgulloso que estoy de ti."
Lauren sentía que jamás lo volvería a ver, intentó abrazarlo una vez más pero fue separada de su padre por los guardias. "¡Papá!" Gritaba mientras era llevada hacia la sala. "¡Papá!"
Michael intentó aguantar sus lagrimas lo más que puedo. En cuanto su hija desapareció por esa puerta se sentó en su lugar y comenzó a llorar. Primero su hijo, Chris. Luego su esposa, Clara. Después su pequeña hija, Taylor. Luego su otra 'hija' y novia de su niña, T/N. Ahora su niña, Lauren. Solo le quedaba rezar a quien sea que esté arriba para que su hija llegué viva al muro. Quiere creer que del otro lado estará su familia esperando a su niña. Solo espera que T/N cumpla la promesa que le hizo antes de irse.
-.-
"13-10, en cuanto se te de la señal podrás comenzar, recuerda llevar mochila ligera y algún cambio. Se te proporcionará un poco de alimento, una vez fuera de la zona verde estarás completamente sola. Se te podrá proporcionar un arma ligera. No se aceptan las alianzas, cada uno de los elegidos estarán completamente solos hasta que lleguen al muro, recuerda tu código, en dado caso de que olvides tu código te daremos por muerta y dejarás de recibir ayuda de la zona verde. El espacio de la zona naranja es al rededor de doce horas, sin contar los obstáculos y pequeñas pruebas que estarán esparcidas por toda la zona. Por favor recuerde que una vez pase el muro y entre a la zona azul perderá completamente la conexión con la zona verde."
Lauren simplemente tomó las dos fotos que guardaba en su mochila, una de ella con su familia, cuando todos eran felices antes de que ellos llegaran. Y la otra con su novia, T/N. El amor de su vida. Sonrió y las volvió a guardar.
No sabe como, pero llegará sana y salva. Por su familia, por T/N.
"13-10 puede proseguir, le deseamos la mejor de las suertes y bienvenida a la zona naranja."
En cuanto la voz terminó las puertas se abrieron. Jamás había visto la zona naranja. Era tan... Ni siquiera sabe como describirlo. Pero una cosa si sabía: correr, no mirar atrás, no confiar.
"Por favor, no me dejes morir." Se acomodó su mochila y comenzó a correr.
¿Sí? ¿No? ¿Le sigo? ¿Lo dejo?
