Estaba lloviendo. _____ lo sabía, las pequeñas gotas caían en su rostro. Sus piernas dolían, sabía que necesitaba llegar a su destino antes de que hiciera algo realmente horrible. Fue una víctima de su propia mente. Gotas caían por su brazo, por los cortes en sus antebrazos. Se deslizó hasta llegar a la puerta. Envolviendo su brazo alrededor de su sección media para ocultar las lesiones, llamó a la puerta con desesperación. Después de unos minutos, la luz se encendió y alguien abrió la puerta.
-¿Qué mierda estás haciendo aquí?- La chica gruñó, cerrando la puerta de nuevo cuando la vio. _____ gimió y puso su brazo débilmente contra la puerta. Un poco tarde, ya que la otra chica cerró la puerta con firmeza, bloqueándola.
-Por favor. Sólo necesito ver a Lauren.- La morena susurró entre lágrimas, el cielo dejando suelta su torrente en la parte superior de su cabeza. Ella cayó de rodillas, sollozando.
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-Oh Dios mío.- Dinah suspiró, una mano sobre su boca mientras abría la puerta. Un pálido cuerpo inerte cayó hacia ella. Se arrodilló y buscó el pulso, dejo salir un suspiro de alivio cuando sintió un leve pulso. -¡Lauren, llama al 911!- Recogió a la pequeña morena en sus brazos y la llevó dentro.
-¿Qué? Dinah, ¿por qué? Oh, Dios mío, _____...- Lauren se quedó sin aliento, cuando salió de la cocina. -Bebé, no. No.- La ojiverde sollozó, colapsando al lado de la morena. -_____, despierta. Babé, por favor, despierta.- Besó la frente fría, húmeda una y otra vez. Las sirenas se escuchaban en la distancia pero no podían ahogar los sollozos de Lauren.
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_____ gruñó cuando se incorporó, extrañamente cómoda. Miró a su alrededor, sorprendida. Ella se había acordado de llegar a la casa de Dinah en busca de Lauren. Una tristeza inundó todo su cuerpo al recordar exactamente lo que había sucedido esa noche. Una pequeña lágrima se abrió paso por su rostro mientras miraba su brazo, al ver las vendas y recordando cada línea y desgaste que había hecho en su propia piel.
-Hey, bebé. ¿Cómo te sientes?- Lauren se detuvo en la puerta, al ver las emociones en el rostro de la morena. Se sentó junto a la cama, tomando una mano entre las suyas.
-No... muy bien. Sé que debería haber llamado. He perdido el teléfono. Después de... después de que las abandone.- La morena se quejó, como otra lágrima rodó por su rostro. Ella se sentó en silencio por un momento. -Lo siento, Lauren.- Ella sollozó, llorando en sus manos. La ojiverde observó impotente por un tiempo. Se quitó los zapatos y se metió en la cama con la morena, envolvió sus brazos alrededor de _____.
-¿Por qué lo sientes? Babé, está bien. Shh... No llores. Todo va a estar bien.- Intentó calmarla, pasando sus manos suavemente por la espalda de _____. Miró hacia arriba y vio a Dinah de pie en la puerta, su rostro con una sonrisa triste. Se dirigió hacia la cama. _____ alzó la cabeza, e inmediatamente volvió a ocultar su rostro en el hueco del cuello de Lauren, temblando. -Shh... _____. Ella no va a hacerte daño. Lo siento, Dinah. Ella sólo está frágil en este momento.- Lauren explicó, tratando de alcanzar la mano de Dinah.
-Debí dejarla entrar.- Su voz tembló, mientras trataba de contener las lágrimas. -Ella estaba en la puerta la noche anterior y debí dejarla entrar.-
-Está bien, Dinah. Estabas enojada. Estoy segura de que no habría dejado entrar a nadie igual, si hubiera sido tú.- Lauren intentó calmarla, sin soltar la mano de su amiga.
-_____.- Dinah dijo, sin atreverse a tocar a la morena acurrucada en los brazos de Lauren. -_____, lo siento mucho.- Ella susurró, sus sollozos cortando sus palabras. Dinah levantó la vista cuando una pequeña fría mano se deslizó torpemente en las de ella.
