Tequila

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_____ sintió una cálida mano en su espalda y se giró ligeramente en su silla. Ella sonrió cuando vio a Lauren entrar en su línea de visión y luego acomodarse en el taburete a su lado.

—Lauren, ¿qué haces aquí?— ella preguntó. Su voz era ronca pero no le importaba. Había venido aquí para emborracharse y eso era lo que era ahora, sin arrepentirse.

—Ally llamó cuando se fue. No quería dejarte varada aquí,— le dijo Lauren a su amiga. Ella sonrió con cariño a la morena e hizo que se sintiera especial. La sonrisa de la ojiverde tenía ese poder, y ni siquiera importaba cuán mal había sido su día, Lauren siempre la haría sentir mejor.

—Eso fue dulce de su parte,— dijo _____ y tomó un sorbo profundo de su cerveza. Luego se lamió la mano derecha, le echó un poco de sal, se lamió, tomó un trago de tequila y mordió una rodaja de limón. Ella se sacudió pero sonrió. —Bueno.—

Lauren se rio.

—¿Te estás divirtiendo?— preguntó ella y _____ asintió rápidamente.

—Mucho,— aseguró.

—Ally dijo que tenías bastante. ¿Quieres salir?— Pero _____ se negó.

—No.— Lauren asintió con la cabeza.

—Está bien,— dijo mientras se quitaba la chaqueta y la ponía sobre su regazo. Llamó a un camarero y pidió una coca cola. _____ pidió otro tequila.

—Gracias por venir, eso es muy dulce de tu parte,— parecía pensativa. ¿Había usado esa expresión ya hoy? Sonó familiar en sus oídos. Pero tal vez fue solo porque Lauren siempre fue tan dulce. No podías pensar que era dulce porque lo era. También era sexy, por supuesto... Y dulce. _____ sonrió a Lauren.

—Entonces, ¿qué estás celebrando?— la ojiverde preguntó notando la mirada soñadora en la cara de su amiga.

—No estoy celebrando, solo bebiendo.— Su mirada se volvió pensativa y tomó otro trago profundo de su cerveza.

El camarero llegó con sus bebidas y le dieron las gracias.

—¿Pasó algo, _____?— Lauren le preguntó a su amiga, pero ella sacudió la cabeza.

—No... Solo... Joe y yo rompimos,—finalmente admitió pero no levantó la vista. Miró el trago dorado frente a ella.

—Oh, Dios, _____. Lo siento mucho. ¿Qué pasó?—

—No mucho... Nosotros solo... Él es un idiota y yo soy... ¿Cómo me llamó? Una marimacha que nunca crece,— dijo y Lauren frunció el ceño.

—¿Una marimacha?—

—Que nunca crece,— agregó _____. Lamió su mano derecha nuevamente, lista para tomar el trago, pero Lauren tomó su mano entre las suyas. Estaban cálidas y la abrazaron con fuerza. _____ miró a la ojiverde, sintió el toque, disfrutó de la comodidad y se ahogó en esos ojos que siempre la habían cautivado.

—¿Y realmente rompiste? Quizás fue solo una pelea y puedes salvar la relación.—

—Dijo que no le gustaba mi actitud... Debió de haberlo dicho desde un principio. Nos habría ahorrado mucho dolor de cabeza. Aparte, bien lo dijo Camila, esas mismas palabras.—

—Dolor de cabeza,— pensó Lauren. Era tan típico que _____ no admitiera que estaba sufriendo, que en realidad quería decir dolor de corazón pero no podía admitirlo ni para sí misma.

One-shots||Lauren Jauregui & Tú||Where stories live. Discover now